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El escritor Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en Marbella.
31/08/2017
En la foto paseando de la mano

El escritor Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler en MarbellaGTRES

Gente

Así blindó Vargas Llosa su patrimonio durante su noviazgo con Isabel Preysler

El premio Nobel fue muy generoso en el reparto económico tras su divorcio con Patricia Llosa y aprendió la lección

El nombre de Mario Vargas Llosa sigue siendo uno de los más interesantes en la crónica social pese a que haya separado su camino del de la reina de corazones, Isabel Preysler. Su ruptura dio pie a toda clase de informaciones, generando un tsunami informativo sin parangón. Ahora, el nombre del premiado escritor vuelve a la primera plana mediática por un asunto relacionado con sus bienes patrimoniales. Y también por el acercamiento que ha realizado a su exmujer.

Patricia Llosa y el Premio Nobel peruano han acercado sus posturas después de que su matrimonio saltara por los aires con el inicio del romance de Mario con Isabel. Eso fue el año 2015 y mucho ha llovido desde entonces. Tanto, que una vez ha dejado atrás a la filipina, Vargas Llosa y su exmujer han vuelto a convivir y pasar mucho tiempo juntos.

Este ha sido el verano en el que se ha escenificado que entre ellos vuelve a haber buena sintonía y se puede hablar de reconciliación. No en vano, han sido vistos en tres lugares diferentes en los últimos meses: Marbella, Sicilia y Santo Domingo. Este último ha sido un viaje que ha ido «muy bien», según palabras del novelista.

Cincuenta años, entre 1965 y 2015, son más que suficientes para salvaguardar un cariño mutuo entre ellos que hace posible el haber podido sanar sus cicatrices. No obstante, no ha sido sencillo para ellos llegar hasta en punto. Hasta la firma de su divorcio, en 2016, pasaron por momentos de brega, reproches y hasta los hijos de Vargas Llosa se alinearon del lado de su madre.

Uno de los aspectos que más dilataron la separación fue el amplísimo patrimonio que el matrimonio tenía. Medio siglo juntos dio para construir todo un imperio que Vargas Llosa sigue teniendo intacto. El hecho de no casarse con Isabel Preysler le ha facilitado las cosas a nivel económico y permitido blindar su fortuna.

En el reparto con Patricia Llosa, el escritor fue generoso con la madre de sus hijos, que se quedó los pisos de Lima, Nueva York y Punta Cana donde un día convivieron.

Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa junto a su hijo Álvaro Vargas Llosa en Marbella

Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa junto a su hijo Álvaro Vargas Llosa en MarbellaGTRES

La joya de la corona de las propiedades es un piso en la calle Flora de Madrid, cerca del Monasterio de las Descalzas Reales, de casi 300 metros cuadrados y una gran terraza de 30. De hecho, es en la que reside Vargas Llosa gran parte del año. Sobre esta propiedad pesa una deuda con Hacienda por irregularidades comprendidas entre los ejercicios de 2011 y 2014.

Dentro del patrimonio que amasaron, el exnovio de Isabel Preysler dispone también de un piso en una de las mejores zonas de París. Además, hasta hace poco también disponía de otro en Londres, pero todo apunta a que lo ha vendido. A los inmuebles hay que sumarles también una sociedad que gestiona en España sus derechos de autor, en la que figura como administrador su hijo Álvaro Llosa.

En otras palabras, si Mario Vargas Llosa y su exmujer decidieran volver a retomar su relación sentimental, podrían seguir disfrutando de las mismas residencias que fueron testigo de su amor durante las últimas décadas. Como si nada hubiera pasado.

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