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Luis Rubiales, en una imagen de archivoGTRES

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Todas las polémicas de Luis Rubiales más allá de su beso robado a Jenni Hermoso

La figura del presidente de la Real Federación Española de Fútbol cae por su propio peso por el historial de escándalos que acumula

Desde hace apenas cinco días, Luis Rubiales es una de las figuras más controvertidas del mundo del deporte. Su beso a Jenni Hermoso en plena celebración del Mundial de Fútbol Femenino ha dado la vuelta al mundo y las críticas de ministros del gobierno español y múltiples voces del mundo deportivos han arreciado al actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol para que dimita.

«Es inaceptable besar en los labios a una jugadora para felicitarla», comentaba el ministro de Cultura y Deporte. Más fuerte fue la reacción de la ministra de Igualdad Irene Montero. «Es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar», escribió en la red social X, antes conocida como Twitter.

Luis Rubiales, exfutbolista de 45 años, presidió al sindicato de futbolistas de España durante ocho años antes de ser elegido como máximo jerarca de la federación en 2018. Rubiales también funge como vicepresidente de la UEFA y fue el representante de mayor rango del ente rector del futbol europeo en la final en Australia.

El beso de Rubiales a Jenni Hermoso

El beso no ha sido su única polémica. Vídeos grabados tras el silbatazo final le mostraron llevándose la mano a los testículos en un gesto triunfal, sin prestar atención a que la Princesa Sofía, de 16 años, estaba a su lado, además de la Reina de España y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Previamente, en abril de 2022 Rubiales fue señalado por recibir una ayuda para pagar su residencia. Por entonces se criticó que la RFEF no tendría que haber hecho esos pagos. El dirigente aseguró que era «falso» que recibiera 3.100 euros mensuales sin tener derecho a ellos. El problema estaba en dicha ayuda. La Federación permitía por entonces a su presidente recibir una ayuda económica para vivienda, pero era imprescindible que tuviera fijado su domicilio o residencia fuera de Madrid. Desde aquel altercado se cambió la normativa para especificar mejor los requisitos de esta dotación.

En otoño de 2018, Roberta Lobeira aceptó un viaje de lujo a Nueva York con Luis Rubiales. Presuntamente, este inventó una reunión con la ONU y la Major League Soccer para irse de escapada romántica, pagando sus caprichos en la Gran Manzana con dinero de la RFEF con la 'excusa' de un viaje de trabajo.

En términos sexistas, en la última final de la Supercopa de España femenina no entregó la medalla a las campeonas y las dejó en la mesa para que las jugadoras se las colgaran ellas mismas. Las fiestas privadas también han dado mucho que hablar durante su mandato. El Mundo tituló en un artículo «El exjefe de Gabinete de Rubiales denuncia que pagó orgías con dinero de la Federación».

En el interior de la información se hacía referencia a Juan Rubiales, tío del presidente y su exjefe de gabinete, en una declaración voluntaria ante Fiscalía Anticorrupción. Juan Rubiales afirmó en sede judicial que se invitó a «un grupo de ocho o diez chicas jóvenes» y que el alquiler del chalé fue «únicamente para disfrute del presidente y su equipo más directo, pagándose los gastos con tarjetas de empresa de la propia RFEF».

Sin embargo, la denuncia más reseñable ha sido la de Tamara Ramos, la primera mujer que le denunció por un supuesto delito de acoso laboral hace diez años. En una entrevista a El programa del verano esta misma semana reveló que en el momento en el que ocurrieron los hechos era directora de marketing en AFE, Asociación de Futbolistas Españoles, donde él era presidente.

«He sufrido humillaciones, golpes y palabras que no puedo repetir por parte de Rubiales, ha sido una barbaridad durante mucho tiempo», explicaba. El periodista explica que la entrevistada sufrió delante de futbolistas de primer nivel como Casillas o Piqué comentarios humillantes por parte de Luis Rubiales. Tamara Ramos, asintiendo con la cabeza, desvela: «Delante de todos, con la sorna que tiene de reírse, me decía 'venga, ve, que has venido a ponerte las rodilleras». Tras esto, la víctima comenta resignada: «Son palabras que nadie se merece, yo era una profesional que lo que estaba haciendo era trabajar».

Tamara confiesa que también sufría acoso en su día a día y que le llegaba a hacer cuestiones muy íntimas en horario laboral: «Me preguntaba de qué color traes hoy la ropa interior... siendo mujer, en el mundo del fútbol que somos pocas, con el poder que ostentaba y ostenta hoy, era muy difícil enfrentarte».