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Irene Urdangarin este verano en GinebraGTRES

Así es el Harvard de la hostelería donde estudiará Irene Urdangarin

La hija pequeña de la Infanta Cristina comienza sus estudios superiores en École Hôtelière de Lausanne

Está considerado el mejor centro del mundo para formar a los cuadros profesionales del sector de hospitalidad, sus aulas son la cantera más selecta de la que se nutren los mejores hoteles del mundo. Su nombre, École Hôtelière de Lausanne, también conocida por sus siglas EHL, o simplemente Laussane, la ciudad suiza donde se encuentra su campus principal y donde a partir del próximo 11 de septiembre comenzará sus estudios superiores Irene Urdangarin y Borbón. Se trata de la institución de estas características más antigua del mundo y fue fundada en 1893 por Jacques Tschumi, influyente director hotelero, con tan solo 27 estudiantes que recibían clases en una sala del Hôtel d'Angleterre, a orillas del Lago Leman, donde además ponían en práctica sus conocimientos.

En estos 130 años de vida ninguna otra institución ha conseguido desbancarla, gracias a una fórmula basada en el rigor suizo, la excelencia y el enfoque práctico. Hace gala, además, de disponer del mejor network del mundo en este ámbito profesional, una valiosísima red de contactos que llega a ser casi una segunda familia. Es decir, la hija pequeña de la Infanta Cristina, de concluir con éxito sus cuatro años de estudio que tiene por delante, saldrá no solo con una de las mejores formaciones del mundo en este campo, también con un círculo de amistades y conocidos del que surgirán los directivos del sector de la hospitalidad del siglo XXI.

Fachada del campus de LausanneFlickr

Compartirá campus con cerca de 4.000 estudiantes de 125 países diferentes. El ambiente cosmopolita está garantizado. Y un dato curioso a este respecto: el 85 % de los alumnos habla al menos tres idiomas. Estudiantes viajados y en muchos casos con importantes vínculos en el sector. Es muy probable que la prima de la Princesa Leonor conozca en EHL a los hijos de las grandes sagas hoteleras del mundo que quieran seguir los pasos de sus progenitores y que tradicionalmente se forman en Lausanne.

Los alumnos que empiezan este curso, como es su caso, tendrán a primeros de septiembre una especie de semana introductoria: conocerán las instalaciones, las normas, algunos talleres, las asociaciones… Durante esa semana habrá un evento de bienvenida al que pueden acudir los padres, que también podrán, si así lo desean, tomar parte en alguna actividad de las organizadas en la semana de bienvenida, y que incluye catas de vinos o una actividad en su huerto orgánico. Será una buena oportunidad para conocer el extraordinario nuevo campus de EHL inaugurado el año pasado. Nada menos que 250 millones de francos suizos y cinco años de obras respaldan las flamantes instalaciones a las que no les falta ni un detalle para ser realmente el campus soñado. Modernas aulas y bibliotecas, cocinas para las clases, bodegas, jardines y un total de 12 restaurantes y bares. Se da la circunstancia de que uno de los restaurantes donde se forman los alumnos, Berceau des Sens, goza de una estrella Michelin y está abierto al público.

Uno de los huertos del campus de LausanneFlickrt

Si la benjamina de los Urdangarin también cultiva esa faceta deportiva tan de la familia, aquí podrá explayarse a sus anchas: hay instalaciones para 30 deportes diferentes, incluido, sí, el balonmano. Piscina olímpica climatizada, canchas de tenis y pádel, sauna, salas para yoga y hasta vóley-playa. Las asociaciones o clubes de alumnos abarcan desde un gran número de deportes hasta todo un abanico de inquietudes que va desde el teatro a la permacultura. La conciencia ambiental está muy presente en la escuela, como ocurre en el sector. El centro suministra el 80 % de su calefacción mediante sondas geotérmicas, y lo mismo ocurre con la electricidad, que procede en su mayor parte de fuentes renovables. Tienen el equivalente a tres piscinas olímpicas de paneles solares en sus tejados.

Una de las piscinas de LausanneFlickrt

Las cuestiones medioambientales serán parte de los estudios de este primer año considerado preparatorio, en el que cursará diferentes materias relacionas con la operativa hotelera, la restauración o los idiomas enfocados al sector. Ya en los cursos siguientes entrará más en materia con un alto nivel de exigencia y asignaturas similares a lo que se estudia en las escuelas de negocio, como aspectos financieros, marketing, control de costes, recursos humanos.. De hecho, la escuela ha cambiado de nombre para reflejar esta evolución y ahora se denomina oficialmente EHL Hospitality Business School, con muchas similitudes a lo que podemos encontrar en los estudios típicos de ADE. Este ha sido uno de los principales cambios en sus más de cien años de vida, además de haber aceptado el inglés como lengua para impartir las clases y haber abierto un campus en Singapur hace tres años.

La nieta más pequeña de los Reyes eméritos no tendrá que quedarse a dormir en las residencias del campus, puesto que no es obligatorio, y es probable que no lo haga, como ocurre con muchos alumnos suizos y algunos llegados de fuera. Solo lo hacen aproximadamente 600 de los 4.000 matriculados en los diferentes cursos que imparte el centro. El campus se encuentra a 50 kilómetros de Ginebra, donde por el momento tiene fijada la residencia su madre la Infanta Cristina. En el segundo semestre tendrá la posibilidad de hacer prácticas bien en Suiza o en cualquier otro país, eso sí, será obligatorio que lo haga en un hotel o complejo hotelero en alguno de estas tres áreas: restauración, recepción o «housekeping». Es decir, la sobrina del Rey, tendrá que hacer camas, recoger mesas o realizar reservas, tal y como hacen todos los alumnos de la EHL. Y con un altísimo nivel de exigencia basado en el ADN del centro: servicio de excepción, gusto por el detalle, espíritu de equipo, optimización del tiempo y agilidad. En el último curso, antes de graduarse, tendrá otros seis meses de prácticas, pero esta vez ya en la parte administrativa, dirección, marketing…

Como el resto de los alumnos, no llevará uniforme si bien ya ha mandado las medidas para disponer de la indumentaria propia para las clases que se imparten en las cocinas. Nunca ha habido uniforme, pero si una obligación de vestir «ropa de trabajo», si bien el concepto ha ido evolucionando. Alguna antigua alumna que ya frisa los 50 recuerda que en su época no podían llevar pantalones, era obligatoria la falda o el vestido. Para los estudiantes varones, se suprimió la obligatoriedad de la corbata el año pasado. Los consejos que dan a los alumnos sobre cómo vestirse resultan muy gráficos: «Viste como si fueras a la entrevista de trabajo con el que has soñado toda la vida. Nunca se sabe a quién se puede conocer en en el campus».

El coste de los estudios de grado es de 44.000 € el año preparatorio y de unos 55.000 € el resto, cantidad sensiblemente inferior para los alumnos con nacionalidad suiza. Teniendo en cuenta que el programa es de cuatro años, el coste de los estudios será de 170.000 euros. Una cantidad que muchos alumnos consideran en cierto modo una inversión, como ocurre en algunas universidades de élite, dada su alta empleabilidad. Pero evidentemente no está ni mucho menos al alcance de todos los bolsillos familiares por muy garantizadas que tengan las salidas en los mejores hoteles del mundo. Y en estos también ha ido cambiando. A día de hoy, un 54 % de los egresados termina trabajando en el sector de la hospitalidad frente a un 46 % que lo hace en otros sectores donde se valora este tipo de formación. Banca, finanzas, el sector inmobiliario, las marcas de lujo también encuentran aquí sus nuevos cachorros. No sabemos por qué sector se decantará Irene Urdangarin, si le gustarán tanto los hoteles como a su antepasado Alfonso XIII, si tendrá la pasión que hace falta en el sector o se decantará por otras opciones. Sí parece claro, a juzgar por los testimonios de antiguos alumnos, que vivirá unos años que la marcarán y de la que saldrá con «una segunda familia y recuerdos inolvidables».