El frío saludo entre Begoña Gómez y Tamara Falcó en la Fashion Week
La mujer de Pedro Sánchez asistió al desfile de Pedro del Hierro, donde reinó la marquesa de Griñón con la que el público se deshizo en atención y muestras de cariño
Antes de las diez de la mañana, las inmediaciones del pabellón 14 de Ifema ya estaban tomadas por una legión de influencers, periodistas y curiosos, deseosos de conocer las nuevas tendencias de la pasarela madrileña. El reclamo principal de este jueves era, sin duda, la presencia de Tamara Falcó. Su primera aparición pública, tras su boda con Íñigo Onieva y posterior luna de miel, generó una expectación máxima y su llegada al photocall desató la guerra por tomar la mejor imagen. La marquesa de Griñón presentaba su nueva colaboración con Pedro del Hierro, para la que ha diseñado cuatro estilismos.
Tamara Falcó se enfundó en un traje rojo, compuesto por un pantalón recto con bolsillos delanteros y una blazer de solapa. Lo combinó con una blusa de color granate. Las tres prendas formaban parte de su nueva colección, TFP by Tamara Falcó. Llamó la atención que no llevase la alianza de casada, que sustituyó por una sortija de Tous, firma con la que también trabaja.
Las preguntas de la prensa giraron principalmente en torno a la mudanza a su nuevo ático y sus planes de embarazo. «Me encantaría ser madre. Como soy muy creyente, será lo que Dios quiera, pero es verdad que con Fertilitas fenomenal, me están haciendo un seguimiento y estoy supercontenta, por ahora todo bien», ha contado. Asegura que su edad es un factor importante, pero está «cero agobiada». Respecto a si prefería niña o niño, no ha querido hablar demasiado. «Es una pregunta horrible, imagínate que después de decirte niño nace niña... traumatizada para el resto de su vida», ha respondido. Le costaba confesar que «una chica estaría bien».
El matrimonio se mudará próximamente a un ático en la urbanización Puerta de Hierro de Madrid, de 160 metros cuadrados y por el que ha desembolsado 1,5 millones de euros. «Estoy deseando mudarme, estamos en ello, aún faltan cositas, pero ya no nos queda nada y tenemos las llaves».
El front row
Pasadas las 11.20 horas de la mañana, comenzaba el desfile de Pedro del Hierro 'Delirio habanero', la colección primavera-verano 2024 de Nacho Aguayo y Alex Miralles. Tamara Falcó se sentó en el front row acompañada de la directora de Pedro del Hierro y Cortefiel. Y a la izquierda de esta Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez. Su entrada a la sala fue de lo más sigilosa y solo al encenderse los focos, muchos se percataron de su presencia. Y en contraste con el traje rojo de Tamara, ella se decantó por el negro.
Concluido el carrusel final, Nacho Aguayo, director creativo de la firma, saludaba a la marquesa de Griñón, ante la atenta mirada de Begoña Gómez, para la que no hubo ningún gesto de cariño. Apenas cruzó cuatro palabras de cortesía con Tamara Falcó, con la que no se la vio especialmente cómoda.
Al finalizar, la esposa de Pedro Sánchez se levantó con paso ligero. «Conocía a Nacho Aguayo y Alex Miralles y la firma, han hecho un desfile maravilloso, en intensidad, colores, una maravilla, me ha encantado. Felicito a la moda española», se limitó a decir. Se refugió en el backstage y no se la volvió a ver. En la última edición de la Fashion Week, en el desfile de Teresa Helbig, acabaron abucheando a su marido.
Para evitar las preguntas incómodas que podían formularle sobre él y el futuro Gobierno, quiso pasar desapercibida y lo logró. La única reina de esta mañana era Tamara Falcó con la que todos querían una foto y el público se deshizo en muestras de cariño.