El Rey Felipe visita por sorpresa a la Princesa Leonor en Zaragoza

La Princesa Leonor llegó a la Academia General Militar de Zaragoza el pasado 17 de agosto para formarse como Capitana de los Ejércitos. Llevaba sin ver a su familia desde entonces, así que el Rey Felipe ha viajado hasta allí para hacerle una visita sorpresa. Ha aprovechado pare reunirse con sus amigos y almorzar en un restaurante ubicado en la céntrica plaza del Pilar llamado Tajo Bajo. Haciendo gala de la cercanía que siempre le ha caracterizado, ha posado amablemente con los trabajadores del local.

Felipe VI, dentro de su agenda privada, se ha desplazado hasta Zaragoza para pasar unas horas con su primogénita. Han estado más de un mes sin verse y siempre han disfrutado de una relación especial, por eso ha hecho una excursión para estar cerca de ella. Después del encuentro ha disfrutado de una comida informal con varios integrantes de las Fuerzas Armadas y sus respectivas parejas. Sin embargo, la Reina Letizia tenía otros compromisos, así que el soberano ha viajado sin ella a la capital aragonesa.

El jefe de Estado ha disfrutado al máximo de esta reunión, que se ha celebrado el sábado 23 de septiembre. Días después de que la Princesa Leonor recibiera el sable de honor en una ceremonia muy emotiva donde demostró estar a la altura de lo que se espera de ella.

El Rey Felipe disfruta de su estancia en Zaragoza

El Rey Felipe ha triunfado en su visita a Zaragoza. A pesar de que no era un viaje oficial, se ha fotografiado con los trabajadores del restaurante donde se ha reunido con sus amigos. Los responsables de comunicación de este negocio han publicado la imagen en las redes sociales, acompañada de un mensaje de agradecimiento. «Ha sido un auténtico honor que hoy nos haya visitado Su Majestad y haya probado platos tan nuestros como la croqueta de borraja o nuestro tataki baturro», escriben. Sin embargo, esto no es lo único que ha probado el soberano.

Rubén Martín, chef y dueño del restaurante, ha cocinado un menú perfecto para el padre de Leonor de Borbón. No se ha marchado de allí sin probar las gyozas de ternasco con calabaza y miel, el arroz cremoso de boletus o la cecina de buey con queso patamulo. Todo esto lo ha acompañado con un vino Laus tinto de crianza. Para terminar, durante el postre degustó una torrija de pan brioche con helado de guirlache y petazetas.

La discreción de Felipe VI

Los objetivos del Rey Felipe VI era sorprender a su hija mayor y disfrutar de sus amistades. Ambos formaban parte de su agenda privada, por eso no ha anunciado su visita a Zaragoza con antelación. Eso sí, sabía donde iba a comer porque realizaron una reserva, a pesar de que los dueños del local no supieron quién sería el ilustre comensal hasta el último momento.

«Teníamos una reserva de un grupo de treinta personas con un menú cerrado a las dos y media, pero no sabíamos nada. Media hora antes han venido dos escoltas para decirnos que venía el Rey y después han entrado los perros», relata Rubén Martín en El Heraldo. El chef se ofreció a hacer modificaciones en el menú, pero don Felipe VI se negó. Estaba conforme con la oferta que está disponible para el resto de clientes.