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La curiosa petición del Rey Juan Carlos y la Infanta Elena a su escolta
Padre e hija quisieron inmortalizar su encuentro en Galicia con una fotografía, pero al no ser de su agrado tuvieron que repetirla
En los últimos días, Galicia se ha convertido en el perfecto refugio para el Rey Juan Carlos. El pasado lunes aterrizaba en el aeropuerto de Vigo, para participar, tal y como estaba previsto en el calendario de regatas del Real Club Náutico de Sangenjo, en la competición que lleva su nombre.
Sin embargo, en esta visita ha habido un claro diferenciador en cuanto a otras ocasiones. Don Juan Carlos ha dejado atrás el perfil bajo por el que había apostado y se ha mostrado de lo más cercano, volviendo así a sus orígenes, derrochando complicidad a raudales con los familiares que se ha reencontrado durante su estancia en el norte de España. Si bien el pasado jueves disfrutó de una jornada en alta mar con su hermana, la Infanta Margarita y los hijos de ésta, Alfonso y María Zurita, así como su ahijado Carlitos, el fin de semana ha estado acompañado de una de sus más fieles escuderas, su hija la Infanta Elena.
Este domingo, 1 de octubre, el que fuera jefe de Estado y la Infanta salieron a navegar, disfrutando también del buen tiempo que los acompañó. Como ocurre siempre que se ven, las muestras de cariño y las miradas de complicidad marcaron la tónica de este plan que realizaron juntos y al que asistieron con looks a juego. Pero hay un detalle que ha llamado la atención y que te vamos a revelar a continuación.
Antes de subirse al Bribón, en la que fue la jornada de clausura de la competición, padre e hija posaron cariñosos ante el objetivo de la cámara de un escolta. Después de realizarles varias instantáneas, se las enseñó a Don Juan Carlos, quien no parecía muy satisfecho con el resultado. El improvisado fotógrafo tuvo que volver a hacerles más capturas, que ya sí tuvieron la aprobación del padre del Rey Felipe VI.
Desde que la Infanta Elena se reencontró con su padre en el marco de esta escapada han sido varios los planes que han hecho a lo largo de estos días. Después de cenar juntos en el Real Club Náutico, el pasado viernes 29 de septiembre, el Rey Juan Carlos y su hija celebraron el sábado una agradable velada surcando el mar junto a un gran grupo de amigos. Para la ocasión, la Infanta escogió un look con el que combinó una gabardina rosa y un sombrero oscuro que iba a juego con su pantalón.
Una vez terminaron, desembarcaron en el puerto para dar un pequeño paseo en el que Don Juan Carlos se apoyó en su hija mayor para caminar, muestra indiscutible del afecto y la complicidad que existe entre ellos. Por norma general, el emérito cuenta siempre con un grupo de asistentes de su confianza para ayudarle, pero esta vez, fue la Infanta quien le ofreció su ayuda.