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¿Por qué Iñaki Urdangarin sigue llevando escolta?
Es una de las preguntas más recurrentes ya que el Gobierno inició los trámites para quitársela
Ahora que Urdangarin vuelve a ser noticia por la inminente firma de su divorcio con la Infanta Cristina, que si todo va bien se producirá durante el mes de octubre, es un buen momento para replantearse una cuestión determinada: ¿Por qué el exduque de Palma sigue llevando escolta? La pregunta no es baladí y es recurrente desde hace varios años, concretamente, desde que salió de la Familia Real.
Sea por el tiempo que sea, lo cierto es que sigue beneficiándose de un dispositivo de seguridad personal compuesto por un nutrido grupo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, pertenecientes al grupo de Casa Real a su servicio, y el Gobierno. Nadie se ha atrevido nunca a dar un número exacto, pero la creencia es que oscila entre cuatro y ocho personas. No obstante, el pasado mes de marzo, el Ministerio del Interior dio la orden al equipo de agentes que tiene destinado a los miembros de la realeza de comenzar los trámites para retirar la escolta a Urdangarin, pero se encontraron algunos hándicaps por el camino.
Desde sus tiempos como yerno del Rey Juan Carlos, el todavía marido de Cristina de Borbón ha llevado a esta especie de ángeles de la guarda que velaban por su protección. Los problemas que se encontraron para quitarle lo que algunos entienden como un privilegio que no corresponde ya a su estatus, fueron principalmente dos. Por un lado, cierto temor a ejecutar la firma que despoje a Urdangarin de sus escoltas; por el otro, la reticencia de éstos, quienes realizan una labor con la que están satisfechos.
El servicio que han brindado estos escoltas a Iñaki Urdangarin durante las últimas décadas ha sido multidisciplinar: desde evitar el acoso de la prensa y la toma de fotografías por los paparazzi, hasta ejercer como simples recaderos.
En la primera intentona del Gobierno para quitarle a estos policías, se pinchó en hueso. Por entonces, se emplazó la decisión a que su hija pequeña, Irene Urdangarin, cumpliera la mayoría de edad. Curiosamente, el mismo argumento que se esgrimió desde el entorno del vasco para justificar la dilatación a la hora de firmar su acuerdo de divorcio con la Infanta. Llegados a este verano que acaba de expirar y entrados ya en el otoño, lo único cierto es que el exdeportista sigue disfrutando de escolta.
Desde Interior siempre se ha deslizado que el prescindir de dicha escolta, no sería un ahorro para el ministerio. Explican que estos agentes seguirían al servicio del equipo de seguridad de Casa Real, por lo que seguirán percibiendo un salario.
Otra de las razones que pueden justificar el porqué Iñaki Urdangarin continúa estando protegido por Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado radica en la petición que él mismo ha hecho llegar a quien corresponde. El que fuera jugador del Barcelona de balonmano considera que debe seguir llevándola mientras se encuentre cumpliendo su condena. Urdangarin fue procesado por delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Administración, otros dos fiscales y tráfico de influencias en el caso Nóos. Ingresó en la cárcel de mujeres de Brieva en junio de 2018 para cumplir una pena de cinco años y diez meses de prisión y a principios de 2024 será un hombre libre.