El comentado y curioso gesto de Pablo Urdangarin con su novia

Si hay una palabra que define a Pablo Urdangarin esa es la discreción. Sin embargo, hay ocasiones en las que es inevitable romper esa regla que lleva grabada desde siempre debido al peso de su apellido. En los últimos tiempos se ha podido conocer más de cerca al hijo de la Infanta Cristina, ya que se ha convertido en uno de los miembros más mediáticos de la familia de Su Majestad el Rey.

En este sentido, se puede decir que, el nieto de Don Juan Carlos está atravesando un gran momento profesional, pero también a nivel personal. La pasada primavera trascendió que estaba inmerso en una relación con Johanna Zott, con quien continúa dando pasos agigantados en cuanto a su historia de amor se refiere. Tanto es así, que la joven se ha convertido en una de sus mayores fans y lo demostró en el partido que se disputó el pasado lunes en el Palacio de los Deportes de Granollers de Barcelona, ciudad en la que residen.

Pablo Urdangarin, que milita en las filas del mencionado club, se enfrentó al Barça después de haber formado parte del segundo equipo meses atrás. En el marco de la Liga Plenitude Asobal de balonmano, el hijo de Iñaki Urdangarin pudo saborear la victoria teniendo en las gradas, como unas seguidoras más, a su suegra y su pareja, que celebraron por todo lo alto el triunfo, de hecho, Johanna lució una camiseta del equipo de su novio. Una vez terminó el encuentro, Pablo se acercó a los asientos en los que estaba su gran ilusión.

Lejos de evitar cualquier tipo de acercamiento y omitiendo la presencia de la madre de su novia y de las cámaras allí presentes, el primo de la Princesa Leonor se dejó llevar y abrazó a Johanna Zott para besarla mientras ésta le sujetó la cara con sus manos. Ajenos al resto del mundo, el sobrino de Felipe VI mostró así su lado más cariñoso e íntimo sin importar el qué dirán. Además, con este gesto de lo más romántico entre ellos confirman que atraviesan un dulce momento de su relación pese a llevar tan solo unos meses juntos.

Quien tampoco pudo faltar a la cita fue su madre, la Infanta Cristina, que desde las gradas vivió con nervios y emoción cada jugada, aunque cuando Pablo tenía el balón en sus manos su orgullo se multiplicaba. Al igual que Johanna, que es hija de una doctora y de un profesor de una prestigiosa escuela de negocios de Barcelona, la hermana del Rey se fundió en un cálido abrazo con su hijo cuando finalizó el encuentro e incluso se fotografió con algunos seguidores a la salida del polideportivo, mostrando así su cercanía con los allí presentes.