La extraña manía de Beckham, al descubierto en su documental

Un sincero David Beckham protagoniza más de cuatro horas de documental en Netflix, donde traza un recorrido a su trayectoria cimentada en la fama y la fortuna. A sus 48 años, mira de frente a la cámara y descubre en primera persona, con sus matices, su relato del que se apoderó la prensa durante décadas. A su lado, Victoria Beckham, de la que se enamoró un día al verla en televisión y se prometió que pasaría con ella hasta el último de sus días.

David Robert Joseph nació en el barrio londinense de Leytonstone, hijo de un empleado de fábrica de material de cocina y una peluquera de origen judío. Los primeros balonazos los pegó casi por obligación. Su padre soñaba con tener un hijo que jugase en el Manchester United y como nunca se le dio bien la escuela vio claro el camino. Beckham lo logró prácticamente todo en el campo. Diez títulos de liga en cuatro países, incluidas seis Premier League, un triplete y dos veces elegido entre los tres mejores jugadores del mundo. Con Inglaterra, 115 partidos internacionales, 59 como capitán.

La superestrella del fútbol no oculta las sombras en el camino y habla abiertamente de su salud mental. El calvario que atravesó tras ser expulsado en un partido entre Inglaterra y Argentina, en el Mundial de Francia de 1998, por un encontronazo con Simeone. La prensa y los hinchas iniciaron una persecución contra él y su familia, culpándole directamente de la derrota de su Selección. Recuerda sus peleas con el entrenador del Manchester, Alex Ferguson, incluido el momento en que sus compañeros de equipo tuvieron que «retenerlo» durante la infame pelea en la que el escocés le propinó una patada.

Beckham también se sincera sobre sus originales aficiones como la apicultura, los Lego y el campo. Da detalles de su obsesión por la limpieza. «Cuando todos están en la cama, yo voy por ahí limpiando las velas, configurando luces, asegurándome de que todo está ordenado. Porque odio bajar por las mañanas y que haya tazas platos y cuencos. Cansa coger todas las velas, limpiarlas, recortarles la mecha. Recorto las mechas y limpio el cristal. Lo que más odio es el humo del interior de una vela. Es raro, lo sé», explica. Tras una fiesta en su casa de campo, se queda limpiando en la zona de barbacoa.

Su obsesión por el orden le lleva a colocar su armario con minuciosidad, apilando las camisetas por colores en diagonal, para poder verlas todas. Prepara sus estilismos con una semana de antelación.

Presunta infidelidad

De su etapa en España, se aclara en primer lugar que su esposa nunca dijo que oliese a ajo. Además se adentran en el dolor sufrido por el presunto romance de su marido con Rebecca Loos. «Nunca en mi vida había sido tan infeliz. En aquella época vivimos el momento más difícil de nuestro matrimonio. 100%. Porque parecía que el mundo estaba en nuestra contra... Pero, si soy honesta, con David estábamos el uno contra el otro», declara la exSpice. Eso sí, en la serie ni mencionan su nombre, porque detrás está la propia productora de Beckham, Studio 99.