Tras sellar su historia de amor, Felipe Varela se convirtió en el diseñador de cabecera de doña Letizia durante muchos años, acompañándola en ocasiones tan importantes como el bautizo o las comuniones de sus hijas. Por aquel entonces, a pesar de ser más joven, el armario de la reina, entonces princesa, se caracterizaba por prendas más clásicas y tejidos ricos como el encaje, tweed o el guipur. Magrit era una de las firmas de zapatos que solía completar sus estilismos. Popularizó el diseño peep toe. En la imagen, en los Premios Príncipe de Asturias 2008.