Leonor de Borbón, en los Premios Princesa de Asturias: su gran cambio de niña a futura Reina

Jura de bandera y de la Constitución, desfile de la Fiesta Nacional, su 18º cumpleaños... Son muchas las citas marcadas en el calendario en las que hemos visto (y veremos) a la Princesa Leonor este mes de octubre. La futura Reina asume un papel cada vez más predominante que hace pensar que este año sea el último que asista a los Premios Princesa de Asturias acompañada de sus padres. Visto su buen hacer, la próxima edición de estos galardones podría presidirla en solitario.

Así ocurrió con su padre, que al llegar a la mayoría de edad asumió presidir la entrega sin la compañía de los Reyes Juan Carlos y Sofía. En la entrega de mañana, en cambio, sí estarán, como todos los años, respaldándola su abuela la Reina Sofía, sus padres y su hermana, la Infanta Sofía, que goza de unos días de vacaciones del internado de Gales en el que estudia Bachillerato.

La Princesa Leonor acudió por primera vez a la entrega de estos premios, que cambiaron el nombre por ella, el 17 de octubre de 2019. Ese mismo año ya pronunció su primer discurso en el teatro en el que manifestó, ante la orgullosa mirada de sus padres, lo importante que era para ella estar allí. Recordó, además, que tiene sangre asturiana. Fue a los 13 años, a pocos días de cumplir los catorce, la misma edad que tenía su padre, cuando lo entonó en 1981.

Para tal ocasión acudió con un look romántico, de aire preppy, que se componía de un vestido azul bebé, cuello redondeado tipo baby doll, de manga francesa, falda de tablas y corte a la cintura. Un diseño que combinó con unas manoletinas metalizadas, en dorado, con detalle de minilazo.

Al año siguiente, la Princesa ya había cumplido los 15 años. Comenzaron a observarse cambios sutiles en sus looks, aunque seguía apostando por la clave romántica. Leonor lució un dos piezas en tonos metalizados compuesto por un cuerpo bordado de cuello redondo y manga francesa y una falda recta con corte a la rodilla y pequeño detalle de pedrería en el bajo. Un outfit que remató con unos zapatos de tipo de salón que destacaron por llevar un poco de tacón, siendo los primeros que lucía de este estilo.

En 2021 ya marcó su estilo más adulto y sofisticado, cambiando su habitual melena rubia suelta por una coleta pulida con ondas deshechas. Fiel a las tendencias, sorprendió también tanto por el corte de su vestido de Bgo & Me, corto y con un original volante en la falda, como por el estampado geométrico del mismo. Su madurez no sólo se apreció en su estilismo, sino en su discurso. Leonor de Borbón insistió en su mensaje de ánimo a las nuevas generaciones para «mantener el entusiasmo», esforzarse de forma constante y «aprender de los que saben» frente a las incertidumbres del contexto que les rodea.

En 2022 y, por segundo año consecutivo, voló desde Gales, donde estudiaba Bachillerato para presidir la ceremonia de entrega con un vestido de Michael Kors en blanco y negro de estampado tropical a base de hojas, de corte por encima de la rodilla y salones negros de tacón que le otorgaban un punto de sofisticación extra.

En esta ocasión, Leonor Borbón insistió en su mensaje de ánimo a las nuevas generaciones para «mantener el entusiasmo», esforzarse de manera constante y «aprender de los que saben» frente a las incertidumbres del contexto que les rodea. La anécdota la protagonizó en la vista al pueblo ejemplar, Cadavedo, que tuvo que interrumpir debido a una gastroenteritis que también afectó a la Infanta Sofía, quien llegó a desplazarse a la aldea.