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Pilar Medina Sidonia, en una imagen de archivoGTRES

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Pilar Medina Sidonia, sobre su nueva hermana con la que repartirá herencia: «Exhumar a mi padre fue despiadado»

El Tribunal Supremo ha dictado sentencia tras varios años de lucha y Rosario Bermudo, a sus 72 años, se convierte en hija de González de Gregorio y puede llevar el apellido familiar

Con la sentencia definitiva en la que se acaba de reconocer, después de diez años de litigio, una nueva paternidad del fallecido Leoncio González de Gregorio, ex marido de la duquesa de Medinasidonia, se demuestra que uno no tiene derecho a la privacidad de su ADN porque todo se inicia con un detective cogiendo, sin permiso, una botella chupada por el primogénito del demandado del que se analizan, sin su autorización, sus datos biológicos que se hacen públicos.

Esa falta de protección, de algo tan privado como el ADN de una persona, se acepta como prueba de filiación. Ahora comienza otro largo proceso judicial por el que los cuatro hermanos González de Gregorio, Pilar, Leoncio, Gabriel y Javier, tendrán que hacer frente a la reclamación de una herencia de tres millones de euros que les pide su nueva hermana de 72 años. Hablamos con Pilar sobre esta sentencia que se ha hecho pública en Sevilla, donde casualmente se encuentra el despacho del abogado de la demandante.

– ¿Qué significa tener una hermana a la edad de la jubilación?

– Ser hermanos supone una serie de experiencias que no se improvisan. Es una hermana biológica que aparece a mis sesenta y seis años. Es algo administrativo y legal, pero no familiar. Y tal y como han sucedido los hechos, me produce más distancia que cercanía. Exhumar a mi padre, cuando dos hermanos nos ofrecimos a hacernos la prueba biológica para evitarlo, fue despiadado por su parte y uno de los peores momentos de mi vida.

– ¿Y ahora en qué punto se encuentran?

– Tenemos que esperar a recibir la demanda por la que se iniciara otro pleito, donde ella reclamara la parte de herencia que cree que le corresponde.

– ¿Llegaran a un acuerdo?

– Su abogado ha hablado sobre ello, pero es difícil que se llegue a un acuerdo, prefiero que sea un juez quien lo determine aunque para ello se siga alargando en el tiempo el final de este largo proceso.

– ¿Pero los jueces no han sido favorables con usted?

– Sí, es verdad porque yo no entiendo que tenga que pagar las costas de una exhumación, que nunca quise que se hiciera, y más, porque dos hermanos nos ofrecimos para hacernos la prueba genética que habría impedido exhumar los restos de nuestro padre y volver a enterrarlo otra vez. He protestado hasta el final y he sido condenada a pagar las costas, cuando yo he sido la que ya he pagado el coste moral de esa exhumación. Rosario Bermudo aceptó, en un principio, no exhumarle pero luego se echó atrás y se llevo a cabo.

– ¿Por qué les piden tres millones de euros?

– Ellos pueden pedir la luna, pero será la justicia la que determine sobre la realidad de su reclamación. También quisieron presentarse en el juicio de la testamentaria de mi madre, por si había gananciales y podían reclamar más dinero, pero mis padres se casaron con separación de bienes y el juez les negó personarse. Cuando nació Rosario, mi padre era un estudiante menor de edad y su madre era varios años mayor que él.

Con este caso se ha generado una opinión pública adversa a ustedes porque se ha calcado el guión del señorito y la criada, del que ustedes no han podido defenderse. Se les ha juzgado y sentenciado. ¿Quisiera decir algo sobre esa sentencia adversa que se ha formado la opinión pública?

Ese es el guion fácil. Mi padre era menor de edad y la madre de Rosario varios años mayor. Tampoco han demostrado que trabajase en casa de mis abuelos. Rosario podría haber reclamado la paternidad a mi padre desde 1983, que es cuando cambia la ley, hasta 2008, fecha de la muerte de mi padre. El Sr. Bermudo, que fue su padre legal, había muerto en 1981 y no entiendo que ahora nos haya demandado y montado un gran escándalo y sin embargo, haya callado tantos años en vida de la persona adecuada. ¿Por qué no le reclamó a mi padre en vida?. ¿Por qué espera seis años después de su muerte y nos demanda a nosotros con tanto ruido? Nosotros hemos heredado un problema desconocido. Yo no sabía de su existencia hasta que años después de morir mi padre apareció y ella no ha ahorrado ruido con historias poco verosímiles.

– ¿Qué historias?

– Ha negado que mi hermano Javier y yo nos hubiésemos ofrecido a hacernos la prueba biológica para evitar la exhumación de nuestro padre. También ha negado haberse presentado en el proceso de testamentaria de mi madre y ambos hechos constan en autos judiciales y dejan en evidencia su comportamiento hostil hacia nosotros cargando las tintas con unos argumentos de película del que nosotros no somos partícipes.