El día que Dinamarca pidió que el díscolo Príncipe Federico renunciase al trono
El Príncipe danés atesora un polémico historial amoroso y se ha dudado de su capacidad para reinar
Los ecos de la portada del Príncipe Federico paseando junto a Genoveva Casanova por Madrid suenan con fuerza en Dinamarca, pero no sorprenden del todo y traen a la memoria su turbulento pasado sentimental.
Siendo un veinteañero y tras haber tenido dos relaciones más o menos fugaces que habían trascendido a la prensa nacional, el heredero danés comenzó a salir con la modelo Malou Aamund. En Dinamarca era vox populi que la Reina Margarita no sentía ningún aprecio por la mujer con la que su hijo había empezado una relación, pero el punto de inflexión tuvo lugar en la Nochevieja de 1992 cuando la pareja fue detenida. Ocurrió cuando fueron pillados mientras ella conducía el coche de él en estado de embriaguez y superando los límites de velocidad, y el escándalo fue tal que en el parlamento se llegó a pedir que el heredero renunciase a sus derechos dinásticos en favor de su hermano pequeño, el Príncipe Joaquín.
La Casa Real no se planteó si quiera esa posibilidad y tras emitir un comunicado disculpando la conducta de Federico, se decidió que terminase sus estudios en la universidad de Harvard. Y con esa decisión se puso punto y final al romance con Aamund. Un noviazgo que marcó para siempre la imagen pública del Príncipe, que desde entonces es tratado por la prensa de su país con el sobrenombre de ‘Turbo’ en relación a su gusto por la velocidad.
Si una modelo no era la pareja ideal para el hijo mayor de la Reina Margarita, una modelo de lencería era algo todavía peor. Pero esa era la profesión de Katja Storkholm, la mujer que sucedió a Malou en el corazón de Federico y con la que el joven quiso ir muy en serio. Estuvieron juntos más de dos años y según se publicó cuando rompieron, fueron las presiones familiares que recibía el heredero la causa del final de su amor. En 1999, cuando ya pasaba la treintena, Federico se dejó ver junto a la cantante Maria Montell pero lo que fuera que hubo entre ellos terminó y en los Juegos Olímpicos de Sídney, en el año 2000, Federico conoció a Mary Donaldson.
La estabilidad que se asocia a un matrimonio de 20 años de duración y con cuatro hijos en el mundo no es tal en el caso del heredero al trono de Dinamarca. En 2008 Federico protagonizó una llamativa portada de una revista en su país, en la que aparecía besando a una mujer morena durante una noche de fiesta en Copenhague. Una escena bochornosa que no tuvo repercusión alguna en el matrimonio de puertas para afuera, y que se repitió tres años después cuando, en 2011 el Príncipe fue pillado bailando de manera acaramelada junto a una joven rubia. La última vez que los rumores de infidelidad pusieron en jaque al futuro Rey de Dinamarca fue en 2017, cuando la revista Her & Nu le acusó directamente de haber sido infiel a su mujer y haber pagado 7.000 euros para silenciar la historia.
Un polémico historial para el amigo de Genoveva Casanova, que, de nuevo, ha reaparecido junto a su mujer como si nada hubiera ocurrido tras revolucionar la crónica social de nuestro país.