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Shakira esquiva la cárcel con una condena de 3 años tras reconocer su fraude a Hacienda
La cantante ha admitido no haber pagado impuestos en España entre 2012 y 2014 y acepta una multa de 7 millones de euros
Shakira ratificaba con un sí monosilábico haber defraudado a la Hacienda española entre 2012 y 2014. La cantante llegaba pocos minutos antes de las diez de la mañana al Palacio de Justicia en medio de una fuerte expectación mediática al conocerse que se enfrentaba a una pena de prisión de 8 años y dos meses y una multa millonaria que ascendía a 23,8 millones de euros.
Tras su acuerdo pactado entre los abogados de la artista, Pau Molins y Míriam Company, y los representantes de la Fiscalía, la Abogacía del Estado y la Generalitat, la cantante reconocía los hechos, cambiando por completo el curso de los acontecimientos y su condena.
Inicialmente se pedían 8 años de prisión por los seis delitos cometidos, que han pasado a ser 3 años, 6 meses por cada delito cometido. El acuerdo ha permitido, además, que evite entrar en prisión al sustituir esta pena por el pago de 432.000 €. A esta cifra se suman los 7,3 millones de euros que deberá abonar en concepto de multa, justo el 50 % de la cuota defraudada entre 2012 y 2014, cuando la Agencia Tributaria ya la consideraba residente fiscal en España al pasar la mitad del año en nuestro país.
De esta forma, la colombiana consigue que el juicio, que estaba previsto que empezase el lunes 20 con una previsión de 12 sesiones, 117 testigos y 8 peritos, quede anulado. En un comunicado, Shakira ha justificado el acuerdo alcanzado «con el fin de poner un punto y final al proceso; y evitar así el impacto de la exposición mediática y el tiempo de juicio que en muchas ocasiones es de una longitud extenuante». Además, asegura que debe «escoger mis batallas y la más importante ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos, sin someterlos a la angustia de ver a su madre en un juicio penal con el desgaste que supone».
«Tenía dos opciones: seguir peleando hasta el final, hipotecando mi tranquilidad y la de mis hijos, dejar de hacer canciones, álbumes y giras, sin poder disfrutar de mi carrera y las cosas que me gustan, o pactar, cerrar y dejar atrás este capítulo de mi vida mirando hacia adelante», añade Shakira en su comunicado. «No es triunfo ganar si el precio es que te roben tantos años de tu vida. Para mí, hoy, ganar es recuperar mi tiempo».