La boda más glamourosa del otoño español se celebró en La Habana
Víctor Moro y Alexandra Lacorne han celebrado su enlace en Cuba con cerca de 400 invitados, entre los que se encontraban exponentes de la nueva 'jet set' y colegiales del San Pablo y compañeros de estudio
Acostumbrados a las fincas peninsulares y a los meses de primavera, la boda de Víctor Moro y Alexandra Lacorne en Cuba ha supuesto una novedad cálida en el invierno hacia el que nos encaminamos. Los novios organizaron un enlace para 400 invitados entre los que no faltaron colegiales del San Pablo, compañeros de estudios y algunos exponentes de la nueva jet set.
Víctor Moro es hijo Víctor Moro Suárez, exbanquero y presidente de Vima Foods, multinacional distribuidora de productos alimentarios con sedes en La Habana, Nueva York o A Coruña, entre otros rincones.
Por su parte, Alexandra Lacorne, tras estudiar en la Internacional Business de la Universidad de Comillas y especializarse en International Brand Management en la escuela de negocios francesa NEOMA, ha estado siempre vinculada al mundo de la moda y en compañías como Inditex. Allí trabajó en el departamento de Comunicación y Relaciones Públicas en Nueva York. En Manhattan trabajó también casi dos años para el departamento de Merchandising de Louis Vuitton y en diciembre de 2019 fichó por la firma de moda Johanna Ortiz como jefa de Ecommerce y Merchandising.
El enlace ha tenido todos los componentes habituales, pero a la altura que merecía la ocasión. Antes de la ceremonia religiosa se celebró una preboda con una cena-espectáculo en Tropicana, el cabaret más famoso de la capital cubana.
Alojados en el Gran Hotel Manzana Kempinski, en plena Habana Vieja, los invitados asistieron al día siguiente al enlace en la catedral de La Habana. Entre los invitados, numerosos rostros conocidos como Íñigo Onieva y Tamara Falcó, Isabelle Junot o Belén Barnechea.
Debido a la localización del enlace, muchos de los invitados varones lucieron americana blanca y pajarita negra, como se puede observar tanto en el novio como en su padre y en otro de los asistentes, Íñigo Onieva.
Entre ellas hubo mucha más variedad. Muy elogiada fue la propuesta de Isabelle Junot, que optó por un vestido verde con estampado dorado de Tot Hom. El clima caribeño permitió a Junot lucir un estilo veraniego con escote palabra de honor y mangas abullonadas.