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Las tradiciones más extravagantes de Carlos III en Navidad
Los Windsor celebran la Navidad rigiéndose por costumbres un tanto extrañas a la par que divertidas
La Familia Real Británica es como cualquier otra familia en algunos aspectos, especialmente cuando se trata de celebrar la Navidad. Durante la temporada navideña, la realeza participa en muchas tradiciones que se celebran en todo el mundo, como asistir a una misa navideña. Sin embargo, hay algunas tradiciones que no son tan conocidas como otras.
Esta Navidad marca el segundo año en que la realeza celebrará esta alegre festividad sin la difunta Reina Isabel II. Desde su fallecimiento en septiembre de 2022, el Rey Carlos III se ha hecho cargo de muchas tradiciones queridas que alguna vez fueron encabezadas por la Reina.
La Familia Real suele abandonar el Palacio de Buckingham justo antes de Navidad y se dirige a Sandringham House, la finca de la difunta reina en Norfolk. Allí, asisten a un servicio religioso el día de Navidad a poca distancia de Sandringham House, en la iglesia de Santa María Magdalena. Se cree que la Reina normalmente permanecía en Sandringham después de Navidad, hasta el aniversario del fallecimiento de su padre, el Rey Jorge VI, el 6 de febrero. El ex monarca murió cuando tenía 56 años en la finca real cuando la Reina tenía solo 25 años, aunque en ese momento se encontraba en una gira real en Kenia.
Charles Anson, exsecretario de prensa de la difunta reina explicó a The Independent que la familia normalmente hace todo lo posible durante la semana de Navidad y, en cambio, tiende a mantener el Año Nuevo más tranquilo. «[Existe] una larga tradición de juegos navideños, de fiesta y las charadas siempre han sido populares entre la Reina, que comenzó durante la guerra, cuando estaban escondidos en Windsor y no podían salir debido a los ataques aéreos», explicó.
Conocida por su apego a costumbres específicas, sigue la tradición alemana de intercambiar regalos en la víspera de Navidad en lugar del día mismo. La elección de regalos más humorísticos que costosos también es parte de la tradición, como lo ilustra la anécdota de Kate Middleton regalando al Príncipe Harry un curioso «kit para hacer crecer tu propia novia». Este detalle divertido agrega un toque ligero y personal a las celebraciones.
Además siempre debe disfrutar del mismo menú durante la cena de Nochebuena, formado por ensalada de camarones o langosta, seguido de pavo asado y de pudin con mantequilla de brandy, o que el Rey brinde con el chef por la comida con un vaso de whisky y después de que este corte el pavo.
Aunque si hay una tradición que destaca por encima del resto, esa es la relacionada con el peso. Porque sí, todos los miembros de la Familia Real británica se pesan antes y después de cenar para comprobar si han quedado satisfechos. Una costumbre que se remonta a la década de los 90, que fue cuando el Rey Eduardo VII decidió instaurarla con el fin de conocer si sus invitados habían comido o no lo suficiente.
También es costumbre ver el discurso del monarca a las 15:00 horas de la tarde del 25 de diciembre, siendo este el segundo año que lo pronuncia Carlos III tras la muerte de su madre, Isabel II.