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La reaparición de Federico y Mary de Dinamarca dos semanas antes de convertirse en Reyes
Los todavía Príncipes han acudido a los tradicionales festejos de Año Nuevo acompañando a la Reina Margarita II
La Casa Real danesa se prepara para un cambio histórico. Tras 52 años en el trono, la Reina Margarita II anunciaba inesperadamente que abdicará a favor de su primogénito, Federico de Dinamarca, el próximo 14 de enero. Un hecho de lo más relevante para el país que, tras ser testigo de la noticia, ha visto cómo los futuros Reyes, Federico y Mary, acudían a uno de los eventos más destacados de la Familia Real para comenzar el 2024: la tradicional gran cena de Año Nuevo donde la actual soberana ejerce como anfitriona todos los 1 de enero ante el Gobierno, el presidente del Parlamento, los representantes de la Dinamarca oficial y la Corte.
En esta ocasión, la cita cobraba una relevancia especial puesto que se trataba del primer acto oficial de la Reina Margarita II después de comunicar tan solo un día antes su abdicación a los 83 años y que, por lo tanto, supone el inicio de sus despedidas oficiales. Junto a ella, los Príncipes herederos aparecían con una gran sonrisa asumiendo su nuevo destino en la Corona danesa. Así, mientras el futuro Rey acudía al banquete vestido con el uniforme oficial del ejército, su esposa Mary, que se convertirá en Reina en menos de dos semanas, aparecía de lo más elegante con un significativo estilismo.
Lo hacía con un vestido en color burgundy para la cita navideña diseñado por Birgit Hallstein, el cual estrenó en este mismo evento en el año 2005. De esta manera, la Princesa Mary de Dinamarca llegaba al palacio de Christian VII, en el recinto de Amalienborg, haciendo gala de su elegancia con valiosas joyas acompañadas por sus órdenes más preciadas, en las que se incluía la del Elefante, la más importante del país. A ellas sumó la tiara de Rubíes o Grosellas, una de las más históricas del joyero nacional que se remonta a 1804.
La cena de Año Nuevo en Copenhague es el primer evento anual en el que los miembros de la realeza de Dinamarca lucen sus tiaras. Por ello, Margarita II, que llegó resguardada por un largo abrigo a causa del frío y de la lluvia, eligió llevar junto a su vestido de gala la tiara Orange Nassau, con collar y pendientes a juego. Este fue el primer parure de las joyas de la Corona que lució la Reina y ha querido que también sea el último. Visiblemente feliz y satisfecha tras la decisión que ha tomado, la jefa de Estado contó además con la presencia de su hermana, la Princesa Benedicta, y los Príncipes Joaquín y Marie.
La cita solemne de Año Nuevo es una de las más habituales en la Casa Real danesa. El menú estaba formado por crepes rellenos de consomé de caza celestina y trufa, salsa danesa de ternera, flan y pastel de San Honoré. Se espera así que el año que viene esta gala esté presidida ya por el Rey Federico X de Dinamarca y su esposa, la Reina Mary. Hacia ellos estaban puestos ayer todas las miradas, aunque no es el único acto que tienen previsto para estos días.
El jueves 4 y el viernes 5 de enero, se celebrará una segunda recepción en la que se darán cita los Royal Life Guards, el Cuerpo de Oficiales, las Fuerzas Armadas, el Cuerpo Diplomático y la Agencia de Emergencias. Además, se producirá un encuentro con los responsables de las principales organizaciones nacionales y patrocinios reales de Dinamarca.