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El humorista Francisco ArévaloGTRES

Los tres dramas familiares que le borraron la sonrisa a Arévalo

El humorista tuvo una vida muy complicada, marcada por la muerte y enfermedad de varios familiares

paco Arévalo nació para sacar una sonrisa a los demás, pero su vida no fue precisamente fácil. Su muerte a los 76 años ha dejado sin consuelo a su hijo Francisco, que le encontró sin vida en su domicilio de Valencia. Y aunque aseguraba que el humorista se había ido tranquilo, no ha podido evitar recordar que su fallecimiento supone un nuevo golpe para la familia, marcado por las pérdidas. «Primero se fue mi hermano Quique, luego mi madre y ahora mi padre. Ahora la familia somos mi hermana y yo», reflexionaba.

De hecho, Arévalo será enterrado junto a ellos. A pesar del humor del que siempre hizo gala el artista, lo cierto es que a nivel personal tuvo que hacer frente a varios reveses, como el fallecimiento de dos de sus cuatro hijos. Uno de ellos murió al nacer y, el otro, cuando solo tenía 27 años a causa de un infarto de miocardio. Dos trágicas noticias a las que en 2015 se sumaba la muerte de su esposa, Elena. Tras más de cinco décadas juntos, el cómico se despedía del amor de su vida a causa de un cáncer.

El humorista Arevalo durante el entierro de Elena Pastor Godella, Valencia, 12 de diciembre de 2015.GTRES

El madrileño conoció a su mujer cuando tenía solo 17 años y poco después ella se quedó embarazada, lo que les hizo pasar por el altar. En una sincera entrevista con el que fuera uno de sus grandes amigos, Bertín Osborne, Arévalo recordó cómo había sido el proceso de la enfermedad de su mujer. «Llegó un momento que, al cabo de tres años y mucha quimio, le dieron el alta. Sin embargo, al cabo del tiempo le afectó al cerebro y ya no hubo nada que hacer», declaró entre lágrimas. Junto a ella tuvo cuatro hijos, dos fallecidos y otros dos que siguieron al lado de su padre hasta los últimos días: Francisco y Nuria.

Francisco, hijo de Paco ArévaloGTRES

Esta última padece un trastorno del desarrollo, llamado síndrome de Williams y es por la que Arévalo siempre se ha desvivido, tal y como confirmaba su hijo Francisco. Más si cabe cuando Nuria fue diagnosticada en 2020 de un cáncer de mama. Una nueva adversidad para la familia que, afortunadamente, fue superada gracias a una operación y a un tratamiento de radioterapia. La joven, a la que el cómico siempre llamó «mi princesa», padece, así mismo, anomalías cardíacas y cognitivas, por lo que era muy dependiente de su progenitor, con quien residía en Valencia.

Aunque la familia todavía se encuentra esperando los resultados de la autopsia, su hijo ha destacado que todo indica a que su repentina muerte se debe a un infarto. «Llevaba cuatro días que parecía tenía gripe, y fue empeorando», ha contado Francisco sobre las últimas horas de su padre. «No comía, estaba mareado... Ayer entré varias veces a llevarle zumo y otras cosas, y la última vez que entré ya no me contestó, nos había dejado», ha declarado con un nudo en la garganta. Además, ha querido destacar la figura del humorista como «todo un referente, un hombre muy querido y respetado».

Prueba de ello está siendo la gran cantidad de visitas que está recibiendo la familia en el tanatorio de la Avenida de los Naranjos de Valencia. De los primeros en llegar han sido el diseñador Francis Montesinos, el vidente Rappel, el torero Vicente Ruiz Soro y Vicente Barrera, vicepresidente primero y conseller de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana. Será este mismo viernes por la mañana cuando se celebre el funeral y el entierro del cómico.