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Las mejor vestidas de los Globos de Oro 2024

Blanco y negro, protagonistas de la gala que da el pistoletazo de salida a las alfombras rojas del año

María Luisa Funes

Actualizada 09:29

Gillian Anderson. La elegancia no es cuestión de edad. Y Gillian Anderson está cada día mejor. Con la elección de su vestido en blanco roto y largo con vuelo, ha demostrado que retomando los clásicos, se puede lucir impecable.

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Hailee Steinfeld. La actriz y cantante californiana lució impecable con un vestido tubo en rosa de cola recta y guantes largos en tul negro transparente que emulaba de modo discreto a la inolvidable imagen de Marilyn en Ellos las prefieren rubias.

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Naomi Watts. Con un vestido plateado con relieve, estrecho y de escote asimétrico, demostró que todos estos elementos se pueden llevar brillando de modo increíblemente discreto.

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Hunter Schafer. Probablemente la mejor vestida de la noche, aunque menos conocida, la activista, actriz y modelo transgénero Hunter Schafer, famosa por su papel de Jules en el drama de HBO Euphoria, lució etérea pero elegantísima con un vestido vaporoso con tiras de color nude de Prada que se activaron con los ventiladores a la hora de las fotos de llegada. Etérea.

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Ayo Edebiri. La bellísima actriz, premiada ayer noche por su papel en The Bear, llevaba también un clásico actualizado por Prada, un impecable vestido recto rojo con cola estrecha deliciosamente acabado.

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Keri Russell. La actriz y bailarina californiana escogió un maravilloso modelo con tiras blancas hecho en Jil Sander con el que copó la atención sin dejar atrás la discreción. Impecable y original.

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Natalie Portman. Vestida de Dior, la marca para la que suele trabajar, lució un vestido de tirantes con dibujos hechos en pedrería en la zona de la falda. No es nuevo, pero ella todo lo lleva con apostura.

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Meryl Streep. Valentino ha estado a cargo de este estupendo combinado de la reina del cine actual, que brilló con el estilo que puso de moda la reina Rania de Jordania en la boda de Don Felipe y Doña Letizia: falda larga con caída acompañada de blusa de manga larga con cuello marcado, en este caso con una lazada. Discreta y elegante.

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Taylor Swift. El verde recto y largo de su vestido le quedaba impecable. Se trataba de un modelo de Gucci que replicaba a los atuendos hollywoodienses que llevó a cabo Tom Ford en sus últimas temporadas a cargo de la casa italiana entre 2003 y 2004.

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Jennifer Aniston. Como casi siempre, sencilla y de negro, demostró de nuevo que para ir espectacular no se necesita escoger prendas exageradas.

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Julia Garner. Su físico se podía permitir el tremendo escote de su vestido de lentejuelas plata de Gucci que, de nuevo, replicaba los modelos de Tom Ford de sus últimas temporadas en la casa florentina.

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Riley Keough. Romántica y bellísima, la nieta de Elvis Presley e hija de la desaparecida Lisa Marie, brilló con luz propia por su físico, sus rasgos angelicales y por un vestido semitransparente hecho a base de un collage con formas de flores. Lo más parecido a La Primavera de Botticelli.

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