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La princesa de Gales, Kate Middleton

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El enfado de Buckingham con este programa de televisión español por el supuesto coma de Kate Middleton

El palacio asegura que es «totalmente inventado»

La intervención de Kate Middleton cogió al mundo por sorpresa, pues cuando se emitió el comunicado oficial ya se había producido la operación abdominal que le obligaría a estar de baja hasta Semana Santa. Desde entonces han sido muchos los medios que han tratado el tema, tanto británicos como del resto del mundo al tratarse de un personaje de la Casa real muy querido.

En la tarde del pasado domingo en el programa Fiesta han hablado sobre ello, ya que contaban con la presencia de Concha Calleja que tenía información de primera mano y la que ha contado que la vida de Kate habría podido correr mucho peligro e incluso haber estado en coma inducido.

Calleja, de 59 años, afirmó que la vida de la princesa «corría gran peligro» tras la operación, y que los médicos tuvieron que hacer todo lo posible para salvarle la vida. La periodista aseguró que había «hablado con un asistente de la Casa Real de manera completamente extraoficial» que le había proporcionado la información. Unas declaraciones que no han sentado bien a Buckingham, según recoge el diario The Times.

Fuentes de Palacio aseguran que esas aseveraciones son «una total tontería» y añaden que «la periodista no ha intentado contrastar nada de lo que ha dicho con nadie de la familia. Es, fundamentalmente, totalmente inventado». Además, despreció las palabras de la periodista sobre que la princesa necesitaría más que la ayuda de su familia para recuperarse de la intervención. Afirmó que se necesita personal sanitario en la residencia real y que «prácticamente se está montando un hospital completo» en la casa del matrimonio.

Aunque el secretismo sigue palpable, en los terrenos del castillo de Windsor, en un ambiente tranquilo y en medio de la naturaleza, Kate Middleton descansa tras ser operada del abdomen.

La periodista Concha Calleja en el programa Fiesta

No es la primera vez que la prensa extranjera enfurece al Palacio. Cuando el Príncipe Harry desempeñó un papel de primera línea en Afganistán en 2008, los editores acordaron un bloqueo mediático, manteniendo su despliegue en secreto por motivos de seguridad hasta su regreso. Sin embargo, el príncipe, que entonces tenía 23 años, se vio obligado a acortar su período de servicio después de que la revista femenina australiana New Idea rompiera el embargo, revelando su paradero y poniendo en peligro la seguridad de Harry y sus compañeros de tropa.

En 2017, un tribunal francés dictaminó que las fotografías de los paparazzi publicadas de Catalina tomando el sol en topless durante unas vacaciones con el príncipe William constituían una violación de la privacidad de la pareja real. Le obligaron a pagar 91.000 libras esterlinas en concepto de daños y perjuicios.