El paso al frente del Príncipe Guillermo, mientras aumenta la preocupación por Kate Middleton

El Príncipe Guillermo ha retomado este miércoles sus compromisos oficiales, mientras que su esposa Kate Middleton continúa convaleciente de una cirugía abdominal y su padre haya sido diagnosticado con cáncer. El Príncipe de Gales preside una ceremonia de investidura en el castillo de Windsor, a unos 40 km de Londres. Entregó más de 50 honores en nombre del Rey, incluido uno a la exfutbolista inglesa y goleadora récord de las Leonas, Elena de White, de 34 años.

Vestido con uniforme militar, ha reaparecido visiblemente más delgado, en un acto a puerta cerrada, sin periodistas y únicamente con la presencia de un fotógrafo que ha distribuido las imágenes a varias agencias y medios.

El Príncipe de Gales fue visto por última vez en las inmediaciones de The London Clinic, el pasado 18 de enero, después de visitar a su esposa, quien regresó a Adelaide Cottage en Windsor el lunes y estará de baja hasta después de Semana Santa.

Por la tarde, el Príncipe de Gales acudirá a la gala anual de recaudación de fondos de la organización London Air Ambulance. El Príncipe, que anteriormente trabajó como piloto de ambulancia aérea para East Anglia Air Ambulance, se reunirá con pilotos, antiguos pacientes y benefactores, antes de pronunciar un breve discurso, a partir de las 19:20 GMT, indicó el palacio de Kensington. Se espera que en este acto, el Príncipe de Gales pronuncie unas palabras sobre el estado de salud de su padre, aunque no se espera que hable sobre el regreso a Londres de Harry.

Es probable que el Heredero represente a su padre en algún acto oficial más, pero de momento, no hay más compromisos programados y ser harán los ajustes necesarios si surge la necesidad. La idea del Príncipe Guillermo es permanecer al lado de su mujer en Windsor y cuidar de sus tres hijos; Jorge, Carlota y Luis. Una señal de que la convalecencia de la Princesa de Gales está siendo muy lenta y necesita el apoyo de su marido.

Traslado a Sandringham

De acuerdo con Buckingham, Carlos III continuará con sus tareas de despacho como jefe de Estado y mantendrá sus reuniones semanales con el primer ministro -sea en persona o por videoconferencia- mientras se somete a su tratamiento, si bien no atenderá actos públicos.

Los Reyes Carlos y Camila se trasladaron el martes en helicóptero a la residencia campestre de Sandringham (este de Inglaterra) tras estar dos días en Londres, cuando el Rey empezó su tratamiento ambulatorio y recibió además, ayer, a su hijo menor, Enrique, que se desplazó de Los Ángeles (Estados Unidos) para visitarle.

El cáncer del soberano, de 75 años, fue detectado durante las exploraciones para su intervención, el pasado 26 de enero, por una próstata agrandada benigna, que al parecer no guarda relación con el nuevo diagnóstico. El primer ministro británico, Rishi Sunak, dijo el martes que la enfermedad se había «detectado pronto» y le deseó una rápida recuperación.

Con Carlos III en tratamiento y Catalina convaleciente tras su operación el 16 de enero, Camila y Guillermo asumirán en el futuro inmediato el peso de los compromisos reales, para los que pueden contar con la ayuda de otros miembros de la familia, como los príncipes Ana y Eduardo, hermanos del soberano.