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La trágica muerte que marca la historia de Sandringham, la casa elegida por Carlos III para su convalecencia
El monarca ha elegido la propiedad de Sandringham para instalarse tras conocerse que padece cáncer
Carlos III ha escogido Sandringham House para pasar los primeros días después de que se haya anunciado que padece cáncer. El Rey abandonaba su residencia en Londres, Clarence House, tras reunirse brevemente con su hijo menor, el Príncipe Enrique, y ponía rumbo a la propiedad, ubicada en la zona de Norfolk. Lo hacía sonriente y en compañía de su esposa, que está siendo uno de sus mejores apoyos en estos momentos.
A pesar de que no se ha confirmado el tipo de cáncer que padece el soberano, sí que se ha dicho que ya ha comenzado el tratamiento y que estará a caballo entre Londres y Norfolk las próximas semanas. Carlos III no tiene intención de recurrir a los Consejeros de Estado para que le sustituyan mientras está convaleciente ya que, aunque no va a participar en compromisos públicos, sí que va a continuar pendiente de la vida institucional. De hecho, hasta el primer ministro, Rishi Sunak, tras reunirse con él, se ha mostrado optimista y ha comentado que el cáncer se ha pillado a tiempo.
Una residencia especial
Aunque el jefe del Estado tiene a su disposición numerosas propiedades, la elección de Sandringham es simbólica. Allí solía pasar muchos fines de semana la Reina Isabel y, además es el lugar en el que los Windsor celebran siempre la Navidad. Asimismo, el Príncipe Felipe de Edimburgo se retiró a Wood Farm –en los terrenos de la finca–, cuando se anunció su jubilación y los Príncipes de Gales también acuden siempre que pueden a la propiedad que la Reina Isabel les regaló en la zona para descansar con sus hijos.
Pero, más allá de entrañables recuerdos familiares, la historia de Sandringham también está marcada por un triste suceso. Fue precisamente en la propiedad donde falleció el padre de la Reina Isabel, el Rey Jorge VI, a consecuencia de un cáncer de pulmón. Una muerte prematura que se produjo cuando el monarca tenía 56 años, el 6 de febrero de 1952. Casualidades del destino, el Rey Carlos justo se ha instalado en Sandringham cuando se cumplen 72 años del fallecimiento de su abuelo. En Sandringham también fallecieron Jorge V y la Reina Alejandra.
La muerte de Jorge VI en Sandringham pilló a la Reina Isabel fuera del Reino Unido, de viaje oficial junto a su marido. No obstante, la monarca tenía la costumbre de pasar el aniversario de la muerte de su padre en la propiedad y sin atender compromisos oficiales. Una costumbre que ha heredado su hijo mayor, aunque en su caso se recluye en Balmoral, donde falleció la soberana.
Precisamente junto al castillo escocés, Sandringham House es propiedad de la Familia Real Británica y no forma parte de los bienes del Estado. De hecho, cuando Eduardo VIII abdicó para casarse con Wallis Simpson, el nuevo Rey Jorge VI tuvo que comprarle tanto Balmoral como Sandringham, para asegurar que ambas permanecieran en la Familia Real.
La propiedad fue adquirida por la Reina Victoria para su hijo, el futuro Rey Eduardo VII y su esposa en el año 1862 y ha ido pasando de generación en generación desde entonces, así como experimentando algunas reformas importantes y modificaciones hasta llegar a nuestros días.
Sandringham House está ubicada en un terreno de más de 8.000 hectáreas y se caracteriza por contar con un edifico principal con tres plantas, un ático y un sótano. Las habitaciones no son muy grandes, pero tiene varias estancias para el ocio, como una sala de billar, una bolera o una biblioteca. Además, los jardines son uno de sus grandes tesoros.