El cantante Joaquín Sabina
Los problemas de salud de Joaquín Sabina al cumplir 75 años: «Ojalá que volvamos a vernos»
Su círculo más cercano reconoce que su futuro profesional se muestra más incierto que nunca
afinales de los 90, buena parte de los amigos de Joaquín Sabina, que eran muchos y de lo más variopinto, tenían llave de su casa en Tirso de Molina. Aquel piso se convertía durante semanas en una sucesión de juerga, música y droga. Uno de los que sin embargo renunció a esa llave, el productor musical Alejo Stivel, fue luego responsable de su mayor pelotazo musical; el disco 19 días y 500 noches.
La historia de este cantautor, polifacético y siempre políticamente incorrecto, requiere de varios tomos para profundizar en el personaje. Misterioso poeta y pintor, con un pitillo siempre en los labios y más noctámbulo que madrugador. En lo profesional ha publicado diecisiete discos de estudio y siete en directo, y ha colaborado con distintos artistas cantando dúos y realizando otras colaboraciones.
Este lunes, cumple 75 años feliz en lo personal, al lado de su mujer, la fotógrafa peruana Jimena Coronado, a la que conoció en 1999. Ella parece ser la definitiva, la última de una gran lista de este mujeriego empedernido. Figura importante en su currículum es Isabel Oliart, hija del ministro de defensa Alberto Oliart y madre de sus dos hijas, Carmela y Rocío.
Joaquín Sabina, con Jimena en Madrid
Estable en lo sentimental, su legión de fans se pregunta qué será de él tras numerosos achaques de salud patentes en su último concierto. «Ojalá que volvamos a vernos. Ojalá», dijo a modo de despedida cuando el pasado mes de diciembre celebró en Madrid, ante su público más querido y también temido, la actuación final de su más reciente gira, Contra todo pronóstico. Toda una declaración de intenciones.
En sus propias palabras, «la más tumultuosa y mágica» de su vida. Su círculo más cercano reconoce que su futuro profesional se muestra más incierto que nunca. «Si no es la última gira, será la penúltima, pero yo desde luego no pienso anunciar nada. Lo que voy a hacer es disfrutar», declaraba recientemente. Su representante, José Navarro 'Berry' subrayaba, en declaraciones a EFE, que «en 2025, si su salud y ganas se lo permiten, volverá a actuar», al valorar las posibilidades de que no hubiese más actuaciones en directo después de aquel concierto del pasado 20 de diciembre en el Wizink Center.
El cantante Joaquín Sabina tras recibir el alta hospitalaria en Madrid, en febrero de 2020
En 2001 sufrió un infarto cerebral que puso su vida en peligro, recuperándose unas pocas semanas más tarde sin sufrir secuelas físicas y obligado a cortar de raíz con sus vicios. Se vio inmerso en una importante depresión, lo que le llevó a abandonar los escenarios un tiempo.
El 12 de febrero de 2020 se cayó del escenario y se precipitó al foso en el Wizink Center. Sufrió varios traumatismos, un ingreso hospitalario en la UCI y dos intervenciones. Salió del hospital con el pitillo en los labios. Eso sí, cigarrillo eléctrico.
Sabina alcanza los 75 años gratamente sorprendido y satisfecho. Así lo indicó en 2021, en un acto en el Instituto Cervantes: «He escrito un libro, he tenido dos hijas y en Rota trasplanté un olivo, no me falta nada y estoy moderadamente en paz conmigo mismo teniendo en cuenta que la gente de mi generación pensábamos que no íbamos a ser nunca adultos, porque los adultos eran siempre unos hijos de puta. He llegado aquí y aún no me considero un hijo de puta, con eso me basta».