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Carmen Cervera

Carmen CerveraGTRES

Tita y los desguaces, la misión Urdangarin en Camboya y el robo a María del Monte

Esta semana pasean Tita y LuisMi y en esta adelantada primavera, que la sangre altera, hay besos, cárcel y solidaridad en Camboya

Este miércoles las revistas copian el tiempo plomizo. No sabemos si estamos en primavera o en invierno. Gracias al Dios de la imprenta que tenemos esas estimulantes imágenes, en exclusiva en Diez Minutos, con dos grandes coleccionistas; Tita Thyssen y LuisMi. La pareja difiere en el tipo de colección, pero a los dos les une el ecologismo. Él recicla coches y ella protege muchísimo a los árboles y da de comer a una reala de perritos que le hacen compañía. ¿Saldrá LuisMi en el biopic biográfico de la baronesa? Se lo preguntaré a ambos dentro de unos días en ARCO. Claro que para entonces, Tita ha podido cambiar de idea y decide no hacer el biopic. La baronesa es de poliideas y lo mismo que pasea puede dejar de pasear, que es una actividad muy regia, que se lo digan a Federico y a Genoveva. Pasear está sobrevalorado.

Luis Miguel Rodríguez

Luis Miguel RodríguezGTRES

Y LuisMi puede ser el nuevo Lorenzo de Medici el Magnífico y dejar de coleccionar coches viejos ó águilas bicéfalas, que antes fueron del general Franco, y ponerse a restaurar obras de arte. Hay personas, verdaderos galanes, a los que la edad no les importa porque ellos miran el interior de las personas. LuisMi supo mirar en el interior de Carmen Martínez Bordiu, Mari Luz Barreiros, de Águeda Ruiz de la Prada y porque Isabel Preysler no quiso que mirase dentro porque ella también le frecuentó en sus posesiones de Parla, donde tiene el reino de la chatarra. Esas fotos en Diez Minutos de LuisMi con Tita son una fantasía para el mundo del poliarte.

María del Monte cree en la presunción de inocencia de su sobrino y confía en la Justicia

María del Monte cree en la presunción de inocencia de su sobrino y confía en la Justicia

Un poco como el sobrino de María del Monte pero con ideas desviadas y aplicando mal el coleccionismo de Lorenzo de Médici el Magnífico. Todas, menos ¡Hola!, que se dedica a repasar el voluntariado de Irene Urdangarín en Camboya con el padre Figaredo, tío de Rodrigo Rato y un sacerdote que sí es Magnífico como Medici. Lecturas y Semana, igual que Diez Minutos, coinciden en la misma desolación de María del Monte, que no se merece un presunto sobrino rana. Todo apunta a que Antonio Tejado, con una banda de ladrones liderada por un ruso boxeador, robó hace seis meses a la cantante y lo peor de todo es que provocó un susto en la mansión familiar que pudo costarles la vida. Ante este drama de robo, familia, ruso y cárcel, el beso, ocupando la portada de Semana, de la hija de Terelu con el hijo de Mar Flores, que, dada la guerra que dan ambos, podía haber sido tema de salseo en las tertulias, pasa al bloque de relleno con fecha próxima de caducidad y de pereza. Ambos son pereza y poco Medicis.

Es agradable que tres portadas repitan a nuestra internacional, Penélope Cruz, aunque parezca que lleva desde el sábado sin cambiarse y con el mismo traje largo bordado. Es el inconveniente de las redes sociales, que de tanto repetir, cuando le toca el turno al papel ya nos parece viejuno. Penélope se merece ese desgaste de imagen puntual y que la disfrutemos. Enseguida volverá al refugio de su casa familiar. Por cierto, en la misma urbanización madrileña donde también se refugian Kiko Hernández y Rociito. Dicen que a punto estuvo de instalarse allí Pablo Iglesias y los vecinos comenzaron a sacar banderas a las fachadas de sus casas. Lo cierto es que, ni a él, ni a Lilith, ni a Irene y los niños, se les ha visto por el club de la urba o pidiendo golosinas en Halloween.

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