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Fernando Gómez-Acebo

Muere Fernando Gómez-Acebo, primo del Rey, antes de cumplir los 50 años

Cocó, como le conocían, era hijo de Infanta, sobrino y primo hermano de Rey, y Excelentísimo Señor

El hijo pequeño de la infanta Pilar, Fernando Gómez-Acebo, ha fallecido en Madrid antes de cumplir los 50 años debido a sus problemas de salud. Madrileño de 49 años, tuvo un hijo –Juan Nicolás, de 8 años– con Nadia Halamandari. Vivían separados pero nunca se divorció.

El niño al que familiarmente le llaman Coquito, porque su padre siempre fue conocido como Cocó, siempre ha vivido con su padre. Nadia y Fernando, cada uno en su casa, eran casi vecinos por el bien de su hijo que está escolarizado en Madrid.

«Es un alma buena e inocente, todo el mundo le quería. Tenía amigos en todos los rincones y por eso era el solucionador de los problemas de todos porque siempre había un fontanero, un cocinero o un abogado amigo de Cocó que te solucionaba cualquier inconveniente», nos cuenta a El Debate una de las personas que ha estado a su lado toda su vida.

El Rey Juan Carlos, acompañado de su sobrino, en el verano de 2016 en MallorcaEFE

Fernando, al no gozar de una constitución fuerte, desde pequeño no destacó en ningún deporte como sus hermanos o primos. No montaba a caballo como su hermana mayor, Simoneta, ni jugaba al golf como Beltrán o al tenis como Bruno. Sin embargo, a esquiar no le ganaba ni un Borbón, ni un Gomez-Acebo. Eran famosos sus descensos en Baqueira cuando se reunía allí toda la familia. Y gracias a sus amigos pescadores mallorquines se sabía todos los trucos de la pesca con potera. Le encantaba el mar como a su abuelo el Conde de Barcelona y pescar. Disfrutaba llevándose a sus sobrinos mayores con él y, cuando regresaban cargados de tesoros los cocinaban e invitaban a pulpo y calamares al resto de la familia. A Cocó nunca le veías solo. Tenía amigos espías, bomberos o mecánicos. Estaba deseando ser útil, ayudar. Fernando estuvo a pie de cama de la enfermedad de su madre, con ella estuvo hasta el final.

No ha llegado a cumplir los cincuenta, sus pulmones eran débiles y la última neumonía le ha pasado factura. Su primo hermano, el Rey Felipe, le visitó en el hospital, sabía que sería una despedida. La enfermedad no pintaba nada bien y los peores augurios se han cumplido.

No sería de extrañar, dado que es el hijo pequeño de su hermana mayor, la infanta Pilar, que el Rey Juan Carlos acuda estos días en Madrid a las honras fúnebres. El Rey Felipe ha estado en el hospital en cuanto le han comunicado el fallecimiento de su primo, cuyo cuerpo ha sido trasladado al Tanatorio de La Paz en Tres Cantos.