Un bisnieto de Sissi recibe honores en Marmolejo
El joven Archiduque Casimiro Salvador de Habsburgo-Lorena recibía un reconocimiento ligado a su familia
Los hijos del nieto de la Emperatriz Sissi, el Archiduque Andrés Salvador, cada día están más integrados en la vida social española. Tadeo, Casimiro y Alicia, que así se llaman, vienen con frecuencia a España, gracias a su conexión artística con el grupo Pro Arte y Cultura que lidera Mayte Spínola. Los jóvenes pasan desapercibidos porque es un mantra que llevan grabado a fuego en su ADN, colaborar, ayudar y participar en lo que ellos puedan pero sin llamar la atención. Su padre, Andrés, el nieto de la archiduquesa Teresa, la hija pequeña de Sissi y su preferida, siempre dice «no somos secretos, somos discretos» de ahí que quieran pasar desapercibidos. Algo que es difícil dada su altura y su porte. Los tres parecen sacados de un cuadro de Rubens o Van Eyck pintores de los Austria, su familia que en el siglo de Oro prácticamente gobernaban el mundo.
Los tres hermanos viajan a nuestro país con la frecuencia que sus estudios les permiten, les encanta Madrid donde tienen un grupo de buenos amigos. Además de hablar español cuentan con evidentes conexiones familiares con nuestro país, los Austrias fueron los antecesores de los Borbones que llegaron de Francia con Felipe V. El padre de Casimiro residió en Madrid durante muchos años y su antepasado Luis Salvador de Austria hizo una gran labor de promoción y de mecenazgo en Mallorca.
Este fin de semana, en la localidad jienense de Marmolejo, Su Alteza Imperial y Real, el joven Archiduque, Casimiro Salvador de Habsburgo-Lorena recibía un reconocimiento ligado a su familia. El joven era nombrado presidente de Honor de la Institución Científica y de Investigación Carlomagno, de la que su padre es presidente de honor. La institución nació en 1993 para fomentar la formación e investigación científica.
Casimiro de 21 años, vive y estudia Ciencias Ambientales en Viena. Los Habsburgo-Lorena están entroncados con todas las monarquías europeas pero él es un joven que pasaría desapercibido, sino fuera por su estilizada figura y su porte regio. La noche que recibía su ingreso en la Institución Carlomagno, vestido con su austriaca de gala, acabó bailando valses vieneses cantados a capela por el pintor sevillano Chema Rodríguez. Cosas que sólo pasan en Andalucía y que Casimiro aceptó encantado. «En Viena desde muy pequeños damos clases de valses porque allí es frecuente acudir a bailes de gala y los valses y polkas son parte importante de la fiesta». Casimiro es un joven apuesto, deportista y discreto «yo hago la vida normal de cualquier joven de mi edad, tengo obligaciones por mi familia pero no hago nada diferente que el resto de mis amigos. Todos nos tratamos igual».
El campo y el agua son dos de sus preocupaciones, seguramente influido por el Archiduque Andrés Salvador, que es una eminencia internacional en esos campos, al que todo el Gotha científico acude a su castillo vienes para recibir consejo suyo. Casimiro es uno de esos, JASP, Jóvenes Sobradamente Preparados de la realeza europea, que darán mucho que hablar en un futuro cercano y que en una localidad andaluza, como Marmolejo, en la que se siente muy querido y conoce muy bien, ha recibido una distinción de la que espera ser merecedor por sus propios méritos.