Kate Middleton, en una imagen de archivo
El historial médico de Kate Middleton: las otras enfermedades que sufrió
La Princesa de Gales, de 42 años, solo ha conseguido silenciar las especulaciones tras compartir su diagnóstico de cáncer
Con fortaleza y optimismo, Kate Middleton ha encarado uno de los momentos más duros que puede vivir una madre. Este viernes les explicó a sus tres hijos; los Príncipes Jorge, Carlota y Luis, de 10, 8 y 5 años respectivamente, que padece cáncer. Para protegerles de comentarios indeseados en la escuela o la persecución de la prensa, esperó a que iniciasen sus vacaciones de Semana Santa. Dos horas después, lo hacía público al resto del mundo para por fin acallar las especulaciones maliciosas.
La histeria colectiva desatada durante los últimos meses ha dado paso a unas horas de reflexión y silencio. El sentimiento de culpa es generalizado entre los que hicieron chanzas y convirtieron en pasatiempo especular sobre su salud y criticar su torpe manejo del photoshop. La actriz Blake Lively ha pedido perdón por burlarse de la polémica foto del Día de la Madre. Nadie podía imaginar por lo que estaba atravesando la mujer con mayor índice de popularidad de la Corona británica.
La Princesa de Gales, de 42 años, ingresó en The London Clinic, a mediados de enero, para una cirugía de abdomen planificada y regresó a su casa en Windsor para continuar su recuperación. Los médicos detectaron posteriormente una forma no especificada de cáncer en las pruebas realizadas tras la operación. Parece poco probable que vayan a dar más detalles, al igual que su suegro Carlos III tampoco especificó qué tipo de cáncer sufre.
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En sus 42 años, como cualquier otra persona joven de esta edad, no había enfrentado problemas de salud graves, hasta ahora. Sí es cierto que durante sus tres embarazos sufrió complicaciones. Estuvo ingresada durante tres días en 2012, en el hospital King Edward VII, con fuertes náuseas matutinas, mientras estaba embarazada del Príncipe Jorge. Kate volvió a sufrir hiperémesis gravídica durante los embarazos de la Princesa Carlota en 2014 y del Príncipe Louis en 2018.
La hiperemesis gravídica es la presencia de náuseas y vómitos intensos y persistentes durante el embarazo. Puede provocar una deshidratación grave y poner en peligro tanto a la madre como al bebé al verse privados de nutrientes esenciales, ya que no pueden retener la comida ni la bebida. Algunas mujeres llegan a vomitar hasta 30 veces al día, con consecuencias peligrosas. La Princesa reveló en 2020 que utilizó la meditación y la respiración profunda para controlar sus síntomas.
Esta complicación hizo que la Princesa anunciara temprano sus dos embarazos posteriores, antes de alcanzar la etapa crucial de 12 semanas. Durante las gestaciones de la Princesa Carlota y el Príncipe Louis, recibió asistencia médica en el Palacio de Kensington en lugar de ingresar en el hospital.
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Ninguna otra enfermedad ha trascendido sobre Kate, más allá de que tiene una cicatriz de siete centímetros en el lado izquierdo de la cabeza desde que era niña. Fue descubierta en 2011, cuando la Princesa estaba realizando su primer compromiso oficial en solitario en una cena privada de gala en Clarence House. Se confirmó que era el resultado de una cirugía realizada cuando era una niña pequeña. Un comunicado oficial explicó que «la cicatriz estaba relacionada con una operación infantil», pero nunca dieron más detalles.
Solo se publicó en ese momento que resultaba poco probable que la cicatriz fuese el resultado de un tumor, sino que habría sido causada de la eliminación de una marca de nacimiento.