Rodolfo Sancho concede su primera entrevista a cambio de dinero para pagar los gastos de Daniel en Thailandia
Rodolfo cree que en el crimen de Edwin Arrieta hay dos víctimas y reconoce que en su cabeza no cabe una condena a cadena perpetua
Rodolfo Sancho, padre de Daniel Sancho, ha concedido su primera entrevista a la plataforma HBO Max. En ella habla por primera vez de lo ocurrido en el crimen de Edwin Arrieta y cómo lo vivió. Su portavoz, Carmen Balfagón ha reconocido que se ha sentado a hablar por dinero. No se ha desvelado la cantidad concreta, pero se habla de un cheque abultado, ya que con ese dinero se ha ayudado al abogado de la defensa, se pagan los gastos del propio Daniel, entre ellos la comida. No solo la suya sino la del resto de los presos porque todos tienen que comer por igual.
En la entrevista desvela cómo se enteró de que habían detenido a su hijo por el asesinato del cirujano colombiano: «El mismo día 5 me llama mi hermano porque ve la noticia. Me llama muy shockeado y preocupado y tarda en decirme qué está pasando. Y ya lo leo… Esa sensación burdamente conocida de como estar en una película. Daniel me dijo que se iba a practicar muai thai, a practicar la cocina tailandesa, a hacer sus vídeos. Dentro del shock y la estupefacción, yo enseguida me pongo en marcha y llamo a la embajada. Mi primera reacción es estupefacción y no creerme lo que me están contando porque no cuadraba nada, todo era muy extraño».
El relato prosigue: «Al día siguiente consigo hablar con él, cosa absolutamente estrambótica porque le dejaban tener el teléfono y todo. Y él me cuenta lo que ha pasado. Él está en un estado de shock muy importante y me cuenta que ha tenido una pelea, con un tipo del que yo no sabía nada, y que ha terminado de una forma trágica. No fue una conversación muy larga. Le dejaban y le quitaban el móvil. No fue muy larga, pero no hacía falta más, yo ya sabía lo que tenía que hacer desde el principio. El objetivo era claro, no había más donde indagar».
Presuntas amenazas
Finalmente acaba recibiendo la versión de su hijo: «Me dijo que este tipo le había amenazado a él de muerte y había amenazado con hacer daño a su familia y que se defendió de unas amenazas y un intento de agresión sexual. Luego nos cuenta todo cómo fue. La pelea… y lo posterior a la pelea. El miedo, el pánico, el estado de disociación».
Sobre el tema del descuartizamiento, Rodolfo da una explicación: «Hablas con psicólogos y te hacen entender que en ese momento de pánico, la razón deja de funcionar y quieres que esto no haya pasado.
A mí me llamó la atención que eso (el descuartizamiento) no tenga prácticamente pena. Bajo la ley no es un dato importante. Yo entiendo que es lo que suena más escabroso, pero quizá lo mejor hubiese sido decir: mira he tenido una pelea y ha pasado esto. Pero entra en pánico, en Tailandia, con la pena de muerte… Ahora Daniel y yo sabemos de leyes, pero en ese momento no sabía nada. Solo sabes que hay un tipo muerto y hay pena de muerte».
El actor también habla de la relación que mantenía su hijo con la que fue la víctima Edwin Arrieta: «Yo tenía un desconocimiento absoluto. Yo y todo su entorno. Nadie sabía nada. No sé muy bien por qué va Edwin a la isla. Habrían quedado allí, puede que con la intención de ver algún negocio allí o para pasar unos días, pero no sé el motivo exacto.
No sé a ciencia cierta si recibía dinero de Edwin Arrieta. Al principio cuando mi hijo le ofrece invertir, creo que algo recibió y no sé si tenían una tarjeta conjunta o algo así. Yo sé que no le hacía falta dinero realmente, lo que pasa es que siempre un poco más de dinero siempre viene bien si quieres hacer ciertas cosas, te gusta salir a cenar a sitios que te gustan… Eso es un error, una trampa. Pero en ese sentido, lo hecho, hecho está. Mucha gente tiene una relación tóxica, lo que pasa es que esto ha desembocado en algo tremendo».
La esperanza de que su hijo no sea condenado
En la entrevista también da detalles de cómo es la situación de Daniel Sancho en la cárcel: «Duermen en el suelo, porque los tailandeses duermen en el suelo, en una especie de colchoneta, en un futón, pero eso es cultural. Sí hay hacinamiento, hay mucha gente. Que no haya violencia ya me parece algo muy importante. De hecho, esa cárcel es de las que llaman muy amable. Esa tranquilidad la tuve desde el principio. ¿Que la situación no es la mejor del mundo? Por supuesto. Las hay peores, las hay mucho peores, mucho peores. Las cárceles del mundo están llenas de gente que tienen padres, hijos…».
Rodolfo tiene esperanza de que su hijo no sea condenado: «Tengo la percepción de que hay dos víctimas. Sin duda, hay un fallecido y es terrible. Yo quiero que la verdad salga y a partir de ahí todos tendremos que manejar nuestros sentimientos. El concepto cadena perpetua lo tengo eliminado de la cabeza. Tenemos la ilusión de que le declaren no culpable. Yo llevo toda la vida preparándome para esto. El 90 % de las veces sufrimos más en la imaginación que en la realidad».