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El bailaor Rafael AmargoGTRES

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Las intervenciones telefónicas acorralan a Rafael Amargo: «Quiero un kilo para hacer el agosto»

La defensa denuncia que las conversaciones están sacadas de contexto: «¿Me puedes vender, tusi, tusi?»

Las conversaciones telefónicas grabadas por la Policía Nacional a Rafael Amargo y reproducidas en el juicio han mostrado cómo el artista hablaba con sus interlocutores de manera explícita sobre el supuesto tráfico de sustancias estupefacientes como la 'tina' en referencia a la metanfetamina en una época en la que pesaban fuertes restricciones por la pandemia.

El popular bailaor se enfrenta a nueve años de cárcel por un delito contra la salud pública de notoria importancia por la venta de droga en su antiguo piso de Malasaña de la capital. Su productor Eduardo de Santos afronta la misma petición de pena. La fiscal solicita al tercero de los acusados seis años de cárcel.

La Sala ha reproducido las llamadas telefónicas, principal prueba de la fiscal. La defensa ha tratado de impugnar sin éxito la reproducción al manifestar que se trata de «fragmentos aislados» cercenados y sacados de contexto, lo que supone un perjuicio para su cliente.

Mientras la Sala decidía si atendía dicha solicitud, Rafael se ha puesto a taconear y a hablar con el resto de los procesados. Sin embargo, la Sección ha aceptado la petición de la fiscal de reproducir en la sala de vistas las intervenciones telefónicas.

En las mismas, se escucha hablar a Rafael del supuesto tráfico de estupefacientes con varios interlocutores en la época investigada, entre mayo y noviembre de 2020. «¿Me vendes tusi, tusi?», le pregunta en una de ellas una mujer con tono jocoso, a lo que éste le replica que tiene que esperar. En una escucha, un hombre le pregunta por «eso» y el artista le contesta que solo tiene un gramo para él.

Amargo se refiere a la metanfetamina como 'tina'. En una llamada, comenta a un conocido que una persona «no le compra desde hace tres años» y por eso se niega ahora a darle nada. En otra, ya desvelada ayer, se le escucha hablar con Eduardo sobre sus intenciones de alquiler un local, un trastero ya localizado, como «almacén» con «reservados muy monos con bolsitas».

Imagen de la detención de Rafael Amargo, Alicante

Ayer, un agente de la policía Nacional aseguró que buscaba un local como punto de distribución de droga y con la tapadera de ser una lavandería del vestuario de sus producciones teatrales.

También se desprenden de las intervenciones su intención de conseguir un kilo por 13.000 euros para «hacer el agosto». «¿Y eso quién lo paga?», le preguntan y éste le contesta «un productor de teatro».

«¿Te has enterado que a Torico le pillaron en el confinamiento y está esperando a entrar? Lo tenía en un altavoz y llevaba de todos pastillas, speed...», le dice. En otro momento de la conversación, le comenta que tienen un laboratorio propio con material y bastante espacio.

En la primera sesión, el instructor de las diligencias policiales aseveró que Amargo y Eduardo realizaban «compras conjuntas» destinadas a financiar la obra de Yerma, antes de cuyo estreno en el Teatro La Latina fue detenido el artista.

Según la Fiscalía, Rafael vendía la droga a las personas que acudían a su domicilio y en otras «hacía llegar la sustancia al lugar donde el cliente indicaba para lo cual se valía de su hombre de confianza, el también acusado Manuel Ángel B.L.». También trasladaban la droga en coches de Uber.