Dos edificios históricos de Ronda, convertidos en hoteles de lujo
Una de las ciudades más antiguas y pintorescas de España renueva sus atractivos e inaugura este fin de semana el «Caminito del Tajo», tras el éxito del también malagueño Caminito del Rey
Ronda, aislada durante gran parte de su larga historia por su peculiar holografía, fue también venerada por ese viajero romántico del siglo XIX que se acercó a las principales ciudades andaluzas, Córdoba, Sevilla, Cádiz, Granada, y que incluyó también en esta ruta a Ronda. Una conocida placa de cerámica en la localidad recuerda estos nombres que contribuyeron a situarla en el punto de mira del viajero internacional antes de que surgiera el turismo: Washington Irving, George Borrow, Benjamin Disraeli, Richard Ford… Gracias a ellos empezó a ser conocida en el mundo y todavía hoy, el 50 por ciento de las pernoctaciones de los visitantes de la pintoresca ciudad malagueña corresponden a viajeros internacionales. Luego llegaron los años del boom turístico de la Costa del Sol hasta hoy, que se diría que la provincia apuesta también por su rica dimensión cultural e histórica previa a la exitosa fórmula del turismo de sol y playa. Málaga se posiciona como destino cultural y museístico y resulta más atractiva que nunca para el viajero de larga distancia, desde Estados Unidos a China, que valora su buen vivir de estilo mediterráneo, su legado histórico y cultural, sus costumbres y gastronomía y su rica historia. Ronda ha estado dominada por celtas, fenicios, romanos y árabes, hasta que fue reconquistada por los Reyes Católicos.
La ciudad andaluza destaca además por su espectacular localización y ofrece una de las estampas más reconocibles de una población española. Divide su casco urbano a ambos lados del Tajo de Ronda, un desfiladero de más de 150 metros de profundidad. Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural, tiene reminiscencias árabes y trazado medieval y se dispersa al sur del río Guadalevín, mientras que la Ronda más moderna, la que surgió a partir del siglo XVI, se despliega al norte de este cauce.
La espectacularidad de este terreno ofrece, desde este fin de semana, la posibilidad de recorrer nuevamente el cañón gracias a una nueva estructura voladiza. Tras el éxito del Caminito del Rey, también en la provincia de Málaga, se ha inaugurado el primer tramo del «caminito de Tajo», una ruta que completada tendrá un kilómetro de longitud y consiste en una pasarela con miradores ubicados en la ladera occidental del impresionante cortado rondeño. En esta primera fase del «caminito», el sendero permitirá llegar hasta la misma base del Puente Nuevo, obteniendo una visión muy distinta de este enclave de Ronda.
El Desfiladero del Tajo de Ronda está enclavado en el cañón de caliza y arenisca que el río Guadalevín ha ido creando con el paso de los años, y que desde la mitad del siglo XVIII atraviesa el Puente Nuevo, una de las estampas más características de Ronda. El origen de la garganta natural se remonta nada menos que a la Era Cenozoica, hace unos 65 millones de años. La acción del agua y la erosión han ido moldeando el terreno, creando este accidente geográfico. Ahora, gracias al camino que se está construyendo, se podrá contemplar desde dentro cómo el agua lo ha ido moldeando con el paso del tiempo. La ciudad recupera así uno de sus caminos más populares y al tiempo incorporará un nuevo atractivo turístico al sumarse al mismo la bajada hasta la base del Puente Nuevo tras el acondicionamiento de este sendero. Esta parte será de acceso controlado, está prohibida a los menores de 8 años y tiene un coste de 5 euros.
Dada la orografía, las visitas se han acotado a un máximo de 30 personas cada hora, dando así la posibilidad de que puedan recorrer el primer tramo tranquilamente y con todas las medidas de seguridad que conlleva pasear desde el sendero que va de la plaza de María Auxiliadora a la base del Puente Nuevo. La segunda fase del proyecto permitirá cruzar bajo el Puente Nuevo y recorrer el resto de la garganta hasta salir por la ermita de San Miguel, que se encuentra situada en el barrio de Padre Jesús. Junto a ella se encuentran los Baños Árabes, los puentes Viejo y Romano, el Arco de Felipe V, fuente de los Ocho Caños, las curtidurías o diferentes caminos que conducen hacia el interior del casco antiguo por las murallas de la ciudad.
Ronda suma y sigue en atractivos turísticos que la ayudan a posicionarse. Esta misma semana, el principal grupo hotelero español, Meliá, ha anunciado la próxima apertura del que será el primer cinco estrellas de la ciudad. El hotel se ubicará en el antiguo Convento Madre de Dios, un edificio construido a mediados del siglo XVI en pleno corazón de Ronda, que será transformado en hotel boutique, con 27 habitaciones, bajo la citada marca de lujo The Meliá Collection. El edificio se encuentra dentro del conjunto histórico de Ronda, muy cerca del Puente Viejo de Ronda y del Arco de Felipe V, antigua puerta de entrada a la ciudad. La reforma del convento, contempla, naturalmente, la puesta en valor de los numerosos elementos históricos mudéjares, góticos y renacentistas, las fuentes y jardines de un conjunto de un gran valor arquitectónico. El hotel dispondrá también de restaurante gastronómico, piscina, gimnasio, spa con zona de agua y sauna.
El proyecto de Meliá se suma al de la cadena Catalonia, que ya ha iniciado los trámites para reconvertir el antiguo colegio El Castillo, de los salesianos, en su tercer establecimiento en la ciudad, y que todo apunta a que también será un cinco estrellas. El inmueble llevaba 20 años cerrado en estado de semi abandono.