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Iñaki Urdangarin defiende su voluntad de ser anónimo: «Estoy divorciado y ya no tengo ninguna condena»
El exduque de Palma ha dado un gran paso que cambia por completo su situación personal
La vida de Iñaki Urdangarin ha dado un giro de 180º desde el pasado 9 de abril, cuando terminó de forma oficial su condena por malversación, fraude, delitos fiscales, prevaricación y tráfico de influencias en el caso Nòos.
Ha pasado muchos años bajo el escrutinio público y, después de firmar su divorcio con la Infanta Cristina, a finales de diciembre, a Iñaki se le ve más relajado y parece haberse hecho a su nueva situación. Disfruta entrando y saliendo con Ainhoa Armentia, su pareja desde hace dos años, que no se ha separado de su lado en ningún momento a pesar de la delicada situación que estaba atravesando el exbalonmanista. Viven juntos en Vitoria en un piso de alquiler. Exactamente, se han mudado a la misma urbanización de la madre de él, Claire Liebaert.
Urdangarin tiene una vida hecha y quiere vivir lejos del foco mediático, y esa tranquilidad, con la losa que conlleva haber pasado por prisión, no es fácil de conseguir. Asimismo, aunque sin el título de duque consorte y tampoco sin la protección de la Casa Real, Iñaki intenta pasar desapercibido, pero no lo consigue.
Además, en los últimos días, los medios de comunicación han dado a conocer la relación amorosa existente entre su hija, Irene y Juan Urquijo, hermano de Teresa Urquijo, la actual novia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez -Almeida. Ante esto, un equipo de fotógrafos ha ido en su búsqueda para conocer cómo se encuentra, pero la actitud de este ha sorprendido: quiere tener una vida normal. Según cuenta Semana, el exmarido de la Infanta Cristina solo desea encontrar la tranquilidad. De hecho, ha roto su silencio para decir alto y claro a los medios: «Estoy divorciado y ya no tengo ninguna condena. No quiero ser fotografiado ni que me pregunten. Quiero ser una persona anónima. Ya no tengo que dar explicaciones de nada».
Además, tal y como ha desvelado la mencionada publicación, Iñaki quiere desvincularse por completo de su pasado: «Ya no formo parte de eso (en referencia a la familia real). Quiero ser una persona normal y disfrutar de la vida con mis hijos», dice. Y así, ha huido de la prensa.
Ahora el deseo de Iñaki es encontrar un trabajo afín a su preparación y necesidades. Teniendo en cuenta su pasado como jugador de balonmano, Urdangarin quiere embarcarse en un proyecto laboral que esté relacionado con ese u otro deporte. La primera razón sería conseguir la vida calmada que desea y, la segunda, seguir engordando su currículum. De momento, Urdangarin estaría cobrando una pensión de poco más de 400 euros, ya que se trata de un subsidio al que tienen derecho aquellas personas liberadas de prisión.