Javier Milei, el presidente rock star que le canta las verdades a Sánchez
Economista de formación, estamos ante un animal salvaje de la política, un poco alocado, pero siempre efectivo
No estamos ante un tipo normal. Él es un animal salvaje de la política, un fenómeno de la comunicación estridente, que ha sabido gritar las verdades más crudas para llegar a lo alto de Argentina y dirigir su país. Javier Milei tiene 53 años, nació en Buenos Aires y se declara católico aspirante a judío. Un gran defensor de Israel, de Benjamin Netanyahu, y al que se le saltan las lágrimas al hablar del holocausto.
Economista de formación, un poco alocado, de aspecto estrambótico, Milei siempre resulta efectivo. Nunca tuvo pelos en la lengua y tras conquistar el poder, sus palabras resuenan con más fuerza. Ahora ha desatado una tormenta perfecta tras criticar con dureza a Pedro Sánchez y tachar a su mujer, Begoña Gómez, de corrupta. Unas palabras que han irritado al Gobierno de España y llevado a Albares a llamar a consultas a la embajadora española en Argentina.
Milei es sin duda un personaje poliédrico, asociado a la pequeña pantalla. Su bautismo en televisión lo hizo, sobre todo, en un programa emblemático en la etapa de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: Intratables. El nombre, en la cadena América, le venía a Milei como un guante. El circo que armaba disparaba la audiencia.
Para entender el éxito de Javier Milei hay que remontarse al 2001 y recordar el grito de la calle «¡Que se vayan todos!», cuando se desencadena la crisis Argentina que aboca al Corralito. El terremoto social que produjo el hartazgo de la población no se dio. Por el contrario, no sólo no se fue nadie sino que hasta volvieron los que se habían ido. Los que estallaron y querían una regeneración vieron años después una esperanza y una promesa en Milei. Irrumpió como sangre nueva y todo el descontento derivado de los Gobiernos anteriores le auparon a la presidencia.
Su cierre de campaña electoral fue una superproducción con música de la banda sonora de Rocky, imágenes de bombas atómicas o edificios implosionando. Ruido, imagen y violencia, los tres factores que entusiasman a los «jóvenes revolucionarios» de las filas de Milei que quieren romper todo para construir un país nuevo. Pero Milei es mucho más que eso, Milei es transversal y seduce con entusiasmo similar a cincuentones y sesentones.
Una auténtica rock star. Recordemos que es un apasionado de la música y tuvo una banda llamada Everest, tributo a su grupo de rock favorito, The Rolling Stones.
Las mujeres de su vida
A nivel sentimental, Milei anunció su separación de la actriz Fátima Florez, el pasado abril, tras cuatro meses de relación. Se conocieron personalmente en un estudio de televisión hace muchos años y a pesar de la fascinación que le producía ella, todo quedó ahí. En diciembre de 2022, empezaron a hablar por Instagram. Ella contó que estando en Punta del Este para un espectáculo él volvió a escribirle y «ahí pasó algo distinto». Fue en algún momento de julio. El amor les duró poco.
El presidente argentino anunció su ruptura hace un mes. «Como resultado del arrollador éxito profesional que está viviendo Fátima, de quien me siento sumamente orgulloso, ha recibido numerosas propuestas laborales para trabajar tanto en Estados Unidos como en Europa», escribió Milei en el inicio de su mensaje.
«Esto, sumado a la compleja tarea que hoy enfrento y que los argentinos me han encomendado, nos ha llevado a vivir separados, imposibilitando la relación de pareja que nos gustaría tener, pese a cuánto nos queremos. Por eso es que decidimos terminar nuestra relación y mantener un vínculo de amistad dado lo que sentimos el uno por el otro y cuánto nos queremos, nos respetamos y admiramos mutuamente».
Quien sí estará siempre a su lado es Karina, la hermanísima del presidente. Desde niños, congeniaron y ella lo alentó en todas sus iniciativas. Entre ellas, estudiar economía e iniciar un camino en el mundo privado.
Pero también estuvo ahí cuando arrancó el interés de su hermano por la política, acompañándolo a las reuniones sin hablar, monitoreando las conversaciones y decidiendo. Hasta el punto que el que no pasa el filtro de Karina no ingresa al círculo de Milei. Tiene su vida dedicada a acompañar a su hermano. Sin exagerar, el presidente electo confiesa: «yo reporto a mi hermana».