Ana Soria se pronuncia sobre la noticia de su boda con Enrique Ponce

Tras casi cinco años de relación, los rumores sobre la boda de Enrique Ponce y Ana Soria han sonado en más de una ocasión. Diferentes medios han afirmado en varias ocasiones que la pareja estaba a punto de casarse, pero hasta ahora no se habían conocido detalles concretos. La revista Diez Minutos, y en particular su director Vicente Sánchez, ha proporcionado nueva información sobre el futuro enlace de la pareja.

En una entrevista concedida este martes a TardeAR, Sánchez reveló que la ceremonia será civil y se celebrará en Almería, la ciudad natal de Ana Soria. Según sus declaraciones, la boda tendrá lugar la próxima primavera, específicamente entre los meses de mayo y junio. El lugar de la celebración aún no está completamente decidido, pero una opción destacada es la finca La Cetrina en Jaén, propiedad del torero. Esta magnífica finca se extiende por 904 hectáreas de terreno y cuenta con una casa de 420 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. La planta baja alberga las zonas comunes, la planta alta está dedicada a los dormitorios, y el sótano ofrece espacio adicional. Este palacete, donde Enrique Ponce vivió con su exesposa Paloma Cuevas y sus hijas, es ahora un lugar disponible para bodas donde el alquiler cuesta 5.000 euros.

Frente a estos rumores, Ana Soria no tardó en desmentir la información. En su intervención en el programa Juntos de Telemadrid, comentó con ironía: «Ya saben más que nosotros”. Aunque la noticia de su supuesto casamiento la sorprendió, fue igualmente inesperado para los medios que ella decidiera pronunciarse, ya que generalmente evita hablar con la prensa. »Te contesto para que no estés desinformado, pero estamos pasando del tema porque es una tras otra", afirmó, desmintiendo las informaciones que circulaban sobre ella y Enrique Ponce.

No hay planes de boda por ahora. Pero, si en algún momento deciden dar el paso, las opciones para el enlace serían claras: una ceremonia civil o, en caso de desear una boda religiosa, Enrique tendría que solicitar la nulidad matrimonial eclesiástica tras su divorcio con Paloma Cuevas. Por su parte, la diseñadora de moda ha decidido mantener silencio ante la noticia de Enrique Ponce. Es innegable que ella también ha conseguido rehacer su vida, esta vez al lado del cantante Luis Miguel.

La historia de amor, objeto de críticas

El amor entre Ponce y Soria floreció en 2020, cuando el torero, de 52 años, aún estaba casado con Paloma Cuevas y vivía con su familia en la finca La Cetrina. El matrimonio y sus hijas pasaron el confinamiento por la pandemia de la Covid-19 en la casa familiar, pero ya entonces el corazón de Enrique latía por Ana, una joven de 25 años que traería una nueva luz a su vida. Aunque la noticia de su relación estalló en los medios meses después, las imágenes exclusivas publicadas por Informalia demostraron que su amor había comenzado mucho antes. A finales de 2019, Enrique y Ana disfrutaron de un viaje por Estados Unidos y México, y a principios de 2020 visitaron juntos Aspen.

En su primera aparición juntos en un plató, Enrique Ponce y Ana Soria compartieron cómo comenzó su historia. Enrique recordó con una sonrisa que mientras toreaba en Almería, vio a Ana en el tendido y quedó impresionado. Preguntó a un amigo por ella, y desde ahí todo encajó perfectamente. Ana recordó que las miradas de Enrique le causaron un poco de vergüenza, pero cuando sus ojos se encontraron, sintió un flechazo inmediato. Tras su primera cita en un reservado, la historia de la pareja ha sido una sucesión de buenas noticias. Actualmente, comparten su vida en un chalé en Almería, disfrutando juntos de cada momento.

La relación entre Enrique y Ana ha sido criticada por la significativa diferencia de edad de casi 30 años, y porque Enrique dejó atrás su matrimonio y su vida familiar para vivir una segunda juventud. Pero, sin duda, Ana se ha convertido en su pilar. Después de tres años, este mayo, Enrique volvió a los ruedos en la Feria de Pentecostés de Nimes. Ana lo acompañó, mostrando que su amor es fuerte y auténtico, superando las adversidades con gestos de complicidad y emociones palpables.