Los últimos detalles del estado de salud de Carlos III revelados por su biógrafo

Fue el pasado 5 de febrero cuando el Palacio de Buckingham a través de un comunicado oficial confirmó que Carlos III había sido diagnosticado con cáncer. Según el documento oficial, el monarca inglés empezaba un tratamiento de quimioterapia que, a día de hoy, continua, prácticamente ajeno a la agenda pública. Y es que, a pesar de que hemos podido verlo en algún acto o evento concreto, el Rey ha mantenido un perfil bajo que en Inglaterra despierta cierta incertidumbre por desconocer el estado real de su salud.

Gracias a que Robert Hardman, biógrafo real de su majestad, ha roto su silencio, conocemos realmente el alcance de la enfermedad. En una entrevista con La Reppublica, con motivo de la publicación el próximo mes de julio de Carlos III, el nuevo Rey, Hardman asegura que «el cáncer está detenido y él está mejorando. Nadie en el palacio se prepara para lo peor. Me han dicho que definitivamente está mejorando».

No ha sido el único que ha dado un paso al frente para hablar de lo que se considera casi un asunto de estado. Su excuñada, Sarah Ferguson, señaló la importancia del apoyo mutuo y el perdón en una situación tan complicada como esta: «Creo que la vida es que todos nos apoyemos unos a otros. Y también el perdón es algo grandioso», sugirió.

Sus palabras, además de calmar a los presentes preocupados por Carlos III, despertaba cierto misterio por si en realidad ocultaban una referencia al Príncipe Harry, el único que no está en Reino Unido cuidando de su padre. Conviene recordar que el hermano del Príncipe Guillermo visitó Londres hace apenas dos semanas con motivo de un acto de los Juegos Invictus, que él mismo creó hace una década para honrar a los veteranos de guerra.

Sin embargo, no se reunió con nadie de su familia ni se quedó en una residencia oficial, sino un céntrico hotel de la capital londinense. Aunque al principio se pensaba que había sido Carlos III quien rechazó la reunión por estar «ocupado», más tarde se supo que, en realidad, fue su hijo quien no quiso reunirse con él porque nadie le aseguraba su propia seguridad.

Lo cierto es que no es la primera vez que el duque de Sussex teme por su seguridad. Actualmente, debe avisar a la Policía Metropolitana con 28 días de antelación antes de viajar si quiere solicitar escoltas. Ravec, el comité que supervisa la protección de la realeza y las figuras públicas, evalúa cada solicitud de forma individual. Sin la garantía de protección policial, Harry siente que quedarse en una residencia real, con puntos de entrada y salida públicos, lo dejaría vulnerable.

Mientras tanto, la atención mediática se centra también en la desaparecida Kate Middleton. Un portavoz del Palacio de Kensington aclaró a la BBC que «no se espera que la princesa vuelva al trabajo hasta que su equipo médico lo autorice». En el mes de marzo la esposa del Príncipe Guillermo, heredero al trono, reveló a través de un vídeo que se somete a un tratamiento oncológico preventivo después de que los médicos le detectasen células cancerígenas tras una operación abdominal a la que fue sometida el pasado enero. Desde entonces, no se ha producido ninguna declaración oficial sobre el estado o el tratamiento que sigue.