Gente
Así amasó Mohamed VI su gran fortuna
El monarca marroquí ostenta el título del hombre más adinerado de su nación, acumulando una vasta fortuna derivada tanto de herencias de su familia real como de la adquisición de empresas estatales
Mohamed VI, el Rey de Marruecos, conocido como «el rey de los pobres», en realidad es uno de los monarcas más ricos del mundo, con una fortuna estimada en 5.000 millones de euros. Vive en la opulencia, con 12 palacios y alrededor de 1.100 sirvientes.
Recientemente, ha sido noticia la decisión del Rey de celebrar la Fiesta del Sacrificio, conocida como Eid al-Adha, en Rincón, también llamado M'diq, una ciudad costera situada aproximadamente a unos veinte kilómetros de Tetuán. La festividad está programada para el próximo 17 de junio. Además, ha ordenado mejoras en la ciudad con el objetivo de embellecer la región, aunque la controversia sobre el precio de los corderos ha generado debate en la comunidad. Además, su tardanza en regresar a Marruecos tras un devastador terremoto ha sido motivo de escrutinio público. Este evento ha suscitado un mayor interés en su riqueza, con Forbes catalogándolo como el hombre más rico de Marruecos en 2015.
El Palacio Real de Rabat, su residencia principal, es un monumento a la riqueza y el lujo. Equipado con una amplia variedad de instalaciones, este palacio ha sido testigo de la visita de numerosos líderes mundiales, incluidos monarcas de otros países. Además de sus vastas propiedades en Marruecos, el Rey también es dueño de impresionantes propiedades en Francia. Entre ellas se destaca una majestuosa mansión en París, ubicada en el distrito 7 de la ciudad, donde se encuentran icónicos lugares como la torre Eiffel y Los Inválidos, donde reposan los restos de Napoleón Bonaparte.
Esta casa, anteriormente propiedad del príncipe Jalid bin Sultan al Saud, se estima que fue vendida por más de 80 millones de euros. Con unos 1.600 metros cuadrados de espacio habitable y diversas áreas adicionales, como un sótano, aparcamientos, terrazas, una peluquería, una sala de juegos, una piscina, un spa, sala de reuniones, un jardín y una terraza con vistas al centro de París, esta mansión es un verdadero símbolo de lujo y exclusividad.
Además, el Rey también posee un impresionante castillo en Betz, ubicado a unos 70 kilómetros al noroeste de la capital francesa. Reconstruido antes de la Primera Guerra Mundial, este castillo alberga uno de los jardines más bellos de Francia, reconocido como Patrimonio Cultural desde 1991.
Pero su pasión por la exclusividad no se limita a Francia. En 2016, adquirió una residencia en la exótica isla de Zanzíbar, en el océano Índico. Se trata de un antiguo palacete árabe que ha sido sometido a un proceso de remodelación, con el objetivo de transformarlo en un lujoso refugio. Aunque las obras se vieron afectadas por la pandemia de coronavirus, se espera que una vez finalizadas, esta propiedad sea otro testimonio de la opulencia y el refinado gusto del monarca marroquí.
Tesoros de lujo: los caprichos de Mohamed VI
La vida opulenta del Rey marroquí es de ensueño. Con una vasta fortuna heredada de su padre en 1999, ha expandido sus intereses comerciales a nivel mundial y ha logrado multiplicar su riqueza personal durante sus primeros años de reinado. Mohamed VI heredó una participación importante en Societe Nationale d'Investissement (SNI) de su difunto padre, que tiene inversiones en diversas empresas líderes en Marruecos, incluidos bancos, empresas mineras y de alimentos. La valoración de su riqueza ha aumentado significativamente en el último año debido al valor de los activos de SNI. Además, es el principal accionista del grupo financiero más grande de Marruecos, Al Mada, con intereses en sectores clave de la economía del país.
Famoso por sus exquisitos gustos, el Rey posee una serie de lujosas posesiones que dan testimonio de su amor por el lujo. Desde el impresionante Badis 1, uno de los yates más grandes del mundo, hasta una impresionante colección de relojes y una flota de 600 automóviles de lujo, Mohamed VI no escatima en gastos cuando se trata de sus caprichos. Su colección incluye marcas emblemáticas como Mercedes, Ferrari, Bentley, Rolls-Royce y Aston Martin. Además, para sus viajes privados, dispone de una impresionante flota de aviones privados, que incluye un Boeing 737, un Boeing 747 y un Hércules C-130, cada uno de ellos valorado en varios millones de euros.