El restaurante donde Irene Urdangarin ha reunido a su familia y se come muy bien por 35 euros

Cocina japonesa con toques de fusión asiática, a un precio muy asequible, y en un local con una decoración coqueta de estilo colonial. El grupo Sushita acaba de inaugurar su octavo restaurante en Madrid, en Aravaca, en la avenida de Valdemarín, y el pasado domingo recibía a un ilustre grupo de comensales. Irene Urdangarin, que este miércoles cumple 19 años, presentó a su novio Juan Urquijo, cuñado de Almeida, en un almuerzo familiar que reunió a la Reina Sofía, la Princesa Irene, las Infantas Elena y Cristina, y Pablo Urdangarin, en Sushita Cabana.

El domingo 2 de junio, se cumplían diez años de la abdicación del Rey Juan Carlos, quien ese fin de semana viajó desde Abu Dabi a Londres para animar al Real Madrid en la final de la Champions. Al almuerzo familiar tampoco acudieron Victoria ni Felipe de Marichalar ni los otros dos hermanos de Irene; Juan y Miguel Urdangarin. La familia fue fotografiada a la salida del restaurante en ambiente distendido.

Irene Urdangarin se ha instalado en Madrid, tras seis meses de voluntariado en Camboya, y todas las miradas están sobre ella por su incipiente noviazgo con el hermano de Teresa Urquijo, mujer de José Luis Martínez-Almeida.

Sushita Cabana es el nuevo proyecto de Natacha Apolinario y Sandra y José Manuel Segimón, pionera en España en la elaboración de platos preparados de comida japonesa. Para crear la carta de este nuevo restaurante, el equipo de chefs emprendió un viaje a Hong Kong y otras regiones de China, donde se inspiraron en los sabores y técnicas culinarias de la cocina cantonesa y del sudeste asiático.

Entre los platos más destacados se encuentran el bao de Wagyu con huevo de codorniz y salsa teriyaki, la tosta artesanal de hamachi y aguacate, el innovador falso nigiri con atún sobre un crujiente inflado, el carpaccio de pez limón con ricota y cítricos o la pizza crujiente de verduras de temporada al carbón.

La propuesta se completa con sopas, ensaladas, noodles y arroces, sashimis y postres (mochis, helados, tartas). El ticket medio es de unos 30-35 euros.

Es un restaurante amplio y luminoso, donde en el salón destaca una chimenea de mármol rojo proveniente del Mercado de Las Pulgas de París. También llaman la atención dos grandes jarrones de bambú italiano de los años 70, adquiridos en la tienda de antigüedades Slou, lámparas de bambú importadas de Italia y exquisitos jarrones procedentes de Siena o un mural pintado a mano por Johina García Concheso, una de las muralistas más destacadas de España.

Además, Sushita Cabana cuenta con un exclusivo espacio privado diseñado como una lujosa jaima de lino con tintes naturales, decorado con papeles únicos que muestran maravillosos jardines, transportándote a la refinada esencia de Asia.

El restaurante mantiene el compromiso con la salud mediante el uso de materias primas que brindan múltiples beneficios para el organismo. Esto incluye el agua alcalina, el salmón noruego libre de hormonas y antibióticos, así como verduras frescas de proximidad.

La vajilla del restaurante ha sido diseñada por Sandra Segimón, presidenta de Sushita, en colaboración con el equipo de Marketing de la marca. El logotipo, que evoca la imagen de una majestuosa jaima, también ha sido concebido por este talentoso equipo. Sushita Cabana cuenta con un espacio dedicado a la exposición y venta de las piezas más destacadas de vajillas y complementos de Eugenia & Sushita.