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Bruce Springsteen y Patti ScialfaGTRES

La curiosa historia de amor de Bruce Springsteen y su corista Patti Scialfa

Aún con la emoción del apoteósico concierto que Taylor Swift ofreció la semana pasada en el Santiago Bernabéu, ha llegado el momento de gloria para los fans de Bruce Springsteen. El legendario rockero comienza su esperada gira por España, visitando Madrid y Barcelona este mes de junio. La estrella del rock actúa esta noche en el estadio Metropolitano, adonde regresará el viernes y el próximo lunes.

Con la llegada de Springsteen a suelo español, sus movimientos se han convertido en los más seguidos y comentados del momento. En 2021, se reveló que el músico de Nueva Jersey fue el artista que más dinero ganó gracias a una transacción histórica: vendió sus derechos musicales a Sony Music por la impresionante cifra de 550 millones de dólares. Pero, ¿qué más sabemos del rockero del momento?

Springsteen, conocido como «The Boss», recibió este apodo en sus días con la banda Steel Mill, cuando se encargaba de recolectar y distribuir el dinero de los conciertos entre los miembros de la banda. Desde que compró su primera guitarra por 18 dólares en 1964, inspirado por The Beatles en «The Ed Sullivan Show», ha recorrido un largo camino para convertirse en una de las voces más influyentes de la música estadounidense. A lo largo de su carrera, ha ganado 20 premios Grammy, 2 Globos de Oro y un Premio de la Academia. Además, en 1999 fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll.

Bruce Springsteen y Patti Scialfa, en IbizaGTRES

A pesar de su implacable éxito, Springsteen sigue siendo un hombre de familia. Ha estado casado dos veces: su primer matrimonio con la actriz Julianne Phillips terminó en divorcio. Luego se casó con Patti Scialfa y juntos tienen tres hijos: Evan James, de 34 años; Jessica, de 33; y Sam Ryan, el más joven con 30 años.

Jessica, su hija, es una amazona experta que ganó la plata por equipos en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Evan ha seguido los pasos musicales de sus padres, mientras que Sam ha encontrado su vocación como bombero.

Bruce Springsteen, Patti Scialfa y Jessica Springsteen en Madrid en un torneo hípico©GTRESONLINE

Problemas de salud mental

La historia de amor entre Bruce y Patti es un verdadero cuento de hadas que ha resistido el paso del tiempo y desafiado las probabilidades. Todo comenzó en el mundo de la música, un lugar donde las melodías a menudo se entrelazan con los destinos de quienes las interpretan. Bruce y su banda estaban buscando una voz femenina que pudiera aportar un nuevo matiz a su música, una esencia que faltaba en su conjunto. Entonces llegó ella, Patricia (Patti) Scialfa, una pelirroja con sueños de cantar, cuyo talento y presencia cautivaron a todos en la banda desde el primer momento.

Pero fue más allá de la música. Entre ensayos y giras, Bruce y Patti descubrieron una conexión más profunda, una afinidad que trascendía las notas y acordes. Se enamoraron, compartiendo no solo su pasión por la música, sino también sus sueños. En 1991, decidieron dar el siguiente paso y unir sus vidas en matrimonio, desafiando las expectativas y las dudas que rodean a las relaciones en la industria del entretenimiento. Siempre han sido un equipo, en el escenario con sus guitarras al hombro y sus voces entrelazadas, y fuera de él, compartiendo momentos íntimos y apoyándose mutuamente en cada paso del camino.

A pesar de su éxito como artista, Bruce Springsteen ha enfrentado desafíos significativos en su vida personal. Su lucha contra la depresión y el trastorno bipolar ha sido un tema recurrente en sus memorias y entrevistas. En una entrevista con Esquire, reveló que ha estado siguiendo un tratamiento con medicamentos durante más de 35 años para mantenerse en equilibrio y poder hacer frente a estas condiciones.

Bruce Springsteen durante una actuación en Los Ángeles el pasado 7 de abrilGTRES

Aunque Bruce siempre ha sido abierto acerca de sus desafíos de salud mental, también ha encontrado formas de enfrentar esos demonios. Una de esas estrategias fue convertir la cocina en un santuario de alegría. Durante los años 90 y 2000, cuando no estaba de gira, se dedicaba a preparar el desayuno para sus hijos cada mañana. Para él, este ritual era más que una simple tarea; era un momento íntimo reconfortante.