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Felipe Varela, en su última aparición pública. Fue en 2016 y con motivo de su desfile en la MBFWMGTRES

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El declive de Felipe Varela como diseñador de la Reina Letizia

El que fuera su diseñador favorito ha dimitido de su casa de modas, dando el puesto a su hermano Abraham

En el número 26 del Boletín Oficial del Registro Mercantil, dependiente del ministerio de Justicia, del martes 6 de febrero de 2024 en la página 6562 hay un apunte de tan solo dos líneas: «CENTRO DE COSTURA CASTRESANA SL. Ceses/Dimisiones. Adm. Unico: VARELA GARCIA FELIPE. Nombramientos. Adm. Unico: VARELA GARCIA ABRAHAM».

Felipe Varela, el que fuera durante décadas el modisto de cabecera de Doña Letizia, dimitía de su casa de modas, otorgando el puesto a su hermano Abraham. Y no sólo eso, al llamar a su tienda del madrileño barrio de Salamanca para preguntar por él o por su hermana, Rut, que hasta la fecha había sido la responsable de la comunicación con la prensa –o más bien, de la no comunicación porque tenían a gala no comunicar casi nada de su clienta más regia–, los trabajadores que atienden al teléfono (previa identificación como periodista), no saben de ellos y tampoco encuentran las palabras con las que dar una contestación coherente.

La empresa que se creó en julio del año 2000 bajo el nombre de Centro de Costura Castresana, S.L, dedicada al comercio al menor de prendas de vestir y complementos, le cesaba en su cargo.

Pero hay más sorpresas. Desde hace tiempo, parte de lo que fue un gran local con varios ventanales escaparates y por el que pasó la familia de la prometida del Príncipe Felipe, semanas antes de la boda principesca en Madrid, para hacerse sus trajes con los que acudir al enlace real, también ha visto reducido su espacio. En los cinco ventanales que hacían de escaparate, donde Felipe Varela exhibía los trajes de su clienta más mediática, la Reina Letizia, ahora figura una inmobiliaria. En ese edificio residieron unos años la Infanta Elena y Jaime de Marichalar, y así es como Varela llegó a la vida de Doña Letizia porque sus futuros cuñados le hicieron de cicerones con el modisto.

A Varela, listo como los ratones coloraos, le gustaba aprovechar el tirón mediático que producían todas las apariciones de la entonces Princesa de Asturias para mostrar en sus escaparates de la calle Ortega y Gasset, el modelo en cuestión lucido por una mediática esposa del Príncipe Felipe. Así, fue haciéndose con una buena carta de clientas, especialmente de América del Sur, que demandaban los diseños del modisto de cabecera principesco.

Cuanta más fama, más callaba Varela, y más envidia generaba entre sus colegas, con los que nunca se prodigaba. Aún así pidió pertenecer a la ACME, la Asociación de Creadores de Moda Española, y fue de los últimos en asociarse a ella. También protagonizó una aparición, al estilo misterioso de Mickel Jackson, en 2016 en la pasarela de moda madrileña con la que se despidió definitivamente de los desfiles y protagonizó uno de los saludos más extraños que se recuerdan en ese evento de moda.

La Reina Letizia confió en él para el vestido de gala de su último viaje de estado a DinamarcaGTRES

Horas antes del desfile llegaban las cajas con la ropa, se cerraba el vestuario, no se hicieron pruebas allí, ni se dejaba entrar en el camerino a la prensa especializada, como es costumbre. Felipe Varela, con su gorra de camuflaje, entró sigilosamente en la nave de Ifema, poco antes de comenzar su show; una vez las modelos acabaron de desfilar, el modisto salió a saludar y se esfumó. Nadie entendió su actuación.

La Reina Letizia entró en la Familia Real Española hace veinte años y para su primera década, como Princesa de Asturias, Felipe Varela fue su diseñador fetiche, lo que generaba malestar en el resto de colegas que reclamaban diversidad. Al mismo tiempo que crecía el fondo de armario principesco con los Varela, el diseñador también se convertía en una persona muy cercana. Qué mejor confidente que el hombre que conoce tus medidas, tus gustos y tus necesidades. Con él, como hace ahora con sus antiguas compañeras de profesión o con su estilista o peluquera, quedaba a comer o a cenar.

Uno de los más aplaudidos fue este diseño rosa empolvado que llevó en el Día de la Hispanidad en 2019GTRES

Para su segunda década en la vida 'real' y ya como Reina, Doña Letizia parece haber decidido no contar con un diseñador de cabecera. Ha roto con ese consejo, que al parecer recibió de su suegra, en esa primera época que ella reconoció que fue de gran ayuda, como reconoció públicamente; «con el ejemplo impagable de la Reina Sofia». La madre de su prometido le aconsejó que buscase un modisto de cabecera, que eso le facilitaría la vida. Ella lo tuvo con Pertegaz hasta que, no se sabe por qué, dejó de contar con su maestría.

La esposa de Felipe VI elige marcas españolas, diseñadores locales de los lugares a los que acude o firmas top internacionales y sólo muy de vez en cuando rescata del baúl algún Varela, pero ya no es su primera opción. Aquella «diversidad» que le pedían el resto de modistos españoles a Doña Letizia en sus primeros años en la Institución, veinte años después es una realidad. Quién sabe si la Princesa Leonor o la Infanta Sofia, en esa tendencia por la economía circular y el reciclaje, airean ese gran fondo Varela que se custodia en los clasificados y ordenados roperos de la Zarzuela.