Así es la vida de Lalla Salma, seis años después de su divorcio del Rey Mohamed VI
Se convirtió en la primera esposa de un rey marroquí en ser presentada públicamente y trató de modernizar la imagen de la Corona
Desde su separación del Rey Mohamed VI en 2018, Lalla Salma ha desaparecido de la vida pública, dejando tras de sí un misterio que intriga a muchos. Su última aparición oficial fue en 2017, cuando acompañó a Brigitte Macron, esposa del presidente francés, al homenaje de un pintor en la ciudad de Rabat. Esa ocasión marcó una de las últimas veces que se la vio en público, aún bajo el título real que ostentaba. Desde entonces, ninguna fotografía oficial ha sido divulgada, lo que llevó a algunas especulaciones.
Se barajó que podría estar en Francia, donde cuenta con numerosos amigos, o incluso en Grecia, donde posee una residencia en la isla de Kea. Sin embargo, según una exclusiva del periódico local Assahifa Arab en 2022, Lalla Salma «celebró su 44 cumpleaños en una finca de la familia real en las afueras de Rabat, donde reside casi de manera permanente». Según el medio mencionado, la Princesa ha elegido vivir en este lugar para estar cerca del príncipe heredero El Hassan, llevando una vida tranquila acompañada de la princesa Khadija, y recibiendo frecuentes visitas de otros miembros de la familia real.
Haciendo un rastreo, no tiene cuenta oficial en redes sociales, pero sí cuenta con admiradores que aún recuerdan sus años como Reina. En una de esas plataformas, una usuaria de Instagram la llama cariñosamente «la flor de Marruecos». Con palabras llenas de nostalgia y esperanza, le ruega que regrese: «Vuelve y complace a los marroquíes con todo tu esplendor. Nunca perdemos la esperanza de tu regreso».
Mientras algunos la extrañan, el enigma que rodea a Lalla Salma solo crece. ¿Dónde está la princesa que desafió las convenciones de su país?¿Continúa su labor filantrópica de manera discreta? Estas interrogantes sin respuesta solo profundizan el misterio en torno a esta figura fascinante.
Por otro lado, Mohamed VI sigue activo en su rol como rey de Marruecos. Recientemente, recorrió las calles de Tetuán en un automóvil clásico y participó en la Fiesta del Cordero en la mezquita Hasán II de Tetuán. Además, se ha informado que el Rey ha comenzado sus vacaciones en Rincón, uno de sus destinos favoritos, donde disfruta de una lujosa residencia real y un embarcadero privado.
Elegancia y filantropía
Puede que Lalla no esté presente en la vida pública, pero su historia nunca quedará en el olvido. En la vibrante ciudad de Fez, Marruecos, nacía en 1978 una niña destinada a convertirse en una de las figuras más admiradas y enigmáticas del país: Salma Bennani, conocida hoy como Lalla Salma. Criada por su abuela tras la prematura muerte de su madre por cáncer cuando tenía apenas tres años, Salma creció con una determinación que marcaría su vida.
El destino de Salma dio un vuelco cuando conoció al príncipe heredero Mohamed VI en una exclusiva fiesta en 1999. La chispa entre ambos fue instantánea y tres años después, en 2002, se casaron. Salma se convirtió así en la primera esposa de un rey en ser presentada públicamente y en recibir el título de «princesa consorte». No solo se convirtió en una figura pública, sino en un símbolo de modernidad y cambio para la monarquía marroquí. A diferencia de muchas figuras reales, ella posee una sólida formación académica en ingeniería informática, graduándose con honores de la École Nationale Supérieure d'Informatique et d'Analyse des Systèmes (ENSIAS) en Rabat, una de las instituciones más prestigiosas de la capital.
Además, es reconocida por su imponente presencia y elegancia innata. Con una una figura esbelta, su aspecto físico siempre ha sido elogiado. Su cabello pelirrojo natural es uno de sus rasgos más distintivos, un contraste único en Marruecos.
Su estilo es otro de sus puntos fuertes. En numerosas apariciones públicas, ha lucido caftanes tradicionales marroquíes, bellamente bordados y adornados, reflejando la rica cultura de su país. Pero Lalla Salma no se limita a la moda tradicional; también ha sido vista en eventos internacionales vistiendo trajes de alta costura de diseñadores occidentales, manteniendo siempre una apariencia sofisticada y adecuada para su rol.
Más allá de su estilo y elegancia, ha utilizado su posición para impactar positivamente en la vida de muchos. En 2005, fundó la Fundación Salma - Prevención y Tratamiento del Cáncer, una organización pionera en la lucha contra esta enfermedad en Marruecos. Su dedicación a la filantropía y su incansable trabajo en salud pública han salvado innumerables vidas y han elevado la conciencia sobre el cáncer en su país.