Los Reyes de Suecia celebran el solsticio del verano: estos son sus rituales
Tanto en Suecia como en Noruega, las familias reales también se unen a las celebraciones paganas
Hemos estado en Suecia y Noruega, por cortesía de ambos embajadores, para seguir sus rituales de purificación en las fiestas más paganas y populares del año. Y tanto en Suecia como en Noruega, las familias reales también se unen a las celebraciones paganas para celebrar la llegada del verano. El solsticio «sol quieto» del verano, cuando el sol está más cerca de la tierra y los días son más largos, es un potente motivo de celebración.
Esta semana hemos acudido a dos citas nórdicas para celebrar sus dos fiestas más populares y festivas y en ambas presidían los eventos sendas banderas con las fotos oficiales de sus familias reales respectivas. En la embajada de Suecia nos invitaron a celebrar con ellos su Midsommar con coronitas de flores y en Noruega el embajador hizo una marbacoa festiva de salmón y bacalao en su jardín.
Ambas son fiestas paganas que se celebran, especialmente en los países nórdicos, que en cuanto ven un rayo de sol cierran los armarios de invierno y se lanzan a las calles, a los bosques y a sus casas en los fiordos.
En los países nórdicos la llegada del verano se convierte en una importantísima fecha de celebración, tanto que «en Suecia se celebra más que el día nacional y es la verdadera fiesta popular», según el agregado cultural de la embajada sueca en España. Y es precisamente su familia real quien más lo celebra, se reúnen en alguna de sus residencias oficiales, se visten con los trajes típicos y cambian las coronas de brillantes por otras de flores naturales.
En Suecia, lo celebran el tercer viernes de junio para así poder prolongar la fiesta durante todo el fin de semana y en Noruega, el día 23. En España también tenemos nuestra propia fiesta pagana de celebración, aunque aquí suele coincidir con San Juan, donde prima el fuego igual que en Noruega.
El agregado cultural de la embajada Sueca, que nos invitó a su celebración anticipada, nos da las claves de todo el ritual festivo de renovación. «Hacemos una gran compra para cocinar en casa todos juntos. Compramos las viandas típicas; arenques, patatas nuevas, salmón y fresas frescas. Y nos reunimos la familia y amigos para prepararlo todo. Comemos y bebemos mucho y terminamos cantando canciones tradicionales, que suelen ser humorísticas, como las chirigotas de Cádiz, y bailamos en circulo el baile de las ranas, es decir que croamos y saltamos como ellas. Nos solemos vestir con ropa de lino blanco y nos ponemos en la cabeza coronas de flores naturales con propiedades mágicas».
Así celebran los suecos la llegada del sol, lo que es lógico porque sus inviernos son muy duros y con pocas horas de sol, de ahí que con el solsticio del verano aprovechen para disfrutar del exterior. De ahí que una de las tradiciones sea salir a recoger flores del bosque para hacerse las coronas que lucen en su fiesta «también tenemos que recoger siete tipos diferentes de flores y colocarlas debajo de la almohada y así soñar con el amor de nuestra vida. Luego, con esas flores, te puedes hacer la corona que tienes que lucir durante todo el festejo y una vez termina la celebración, la colocamos en cualquier sitio de casa para que nos proteja. Nosotros decimos que el midsommar es el otro Día Nacional de Suecia porque el 6 de junio no sabemos cómo celebrarlo, pero en el solsticio de verano sí sabemos qué hacer, por eso la gente dice que es el verdadero día nacional».
Quizás, como nos cuentan en la embajada noruega, las hogueras que ellos queman el día 23 sean más afines a nuestras costumbres gallegas. Los noruegos, según el embajador Nils Haugsveit «lo celebramos siempre el día 23 y hacemos grandes hogueras cerca del agua. Esperamos a que caiga el sol y nos juntamos los amigos y la familia para encender hogueras hasta bien entrada la madrugada. Bebemos, hacemos barbacoas de salmón y bacalao y cantamos»
Las hogueras en la orilla del mar, con esa simbología del fuego purificador y el agua para limpiar es una costumbre que, especialmente en Galicia, se celebra con devoción. La llegada del verano, con sus días largos, el calor del sol y tantas horas de luz, es como un estallido de vida, de cosechas, de vida y de disfrute al aire libre. Está demostrado que los veranos son tan fértiles que en las primaveras es cuando más bebés nacen.
Para entrar con buen pie en el solsticio, hay que prender una hoguera con todo lo viejo y los mensajes escritos en un papel con todo lo malo, cerca del agua. Si es la orilla del mar mil veces mejor, porque luego hay que purificarse en sus aguas y las olas se llevarán todo lo malo, así salimos limpios para comenzar un nuevo ciclo.