El viaje de Carlos III a California para reunirse con el Príncipe Harry

Han pasado más de cinco años desde que Carlos III se trasladase por última vez a Estados Unidos. Era 2018 y el monarca parecía tener una buena razón para abandonar suelo británico. Acababa de fallecer el presidente George Bush padre y el entonces Príncipe de Gales quiso presentar sus respetos en persona, representando a la corona inglesa en el funeral celebrado en Washington el 5 de diciembre de 2018.

Desde entonces, entre el monarca y el país norteamericano existe una Guerra Fría y no precisamente en tono político. Todo se remonta a principios de 2020 cuando su hijo el Príncipe Harry decidió abandonar a La Firma –como se conoce a la corona en inglés– por amor. El sonado Megxit provocó una crisis de estado dentro de Buckingham que a día de hoy aún no se ha resuelto.

Hay quien asegura que, en realidad, nunca lo hará. El Príncipe Harry lleva exiliado en California desde entonces en compañía de Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth. Solo en contadas ocasiones, ha sido capaz de cruzar el Atlántico para volver a instalarse en Londres. El funeral de su abuela Isabel II y el comunicado oficial que confirmaba que Carlos III tenía cáncer hicieron que se subiese a un avión para recorrer los 8.564,20 km que separan el lujoso barrio de Montecito (Los Ángeles) y Clarence House, la residencia del Rey y Camila desde hace dos décadas.

Un auténtico Tú a Londres y yo a California que, como en la película, podría acabar en reencuentro. Y no, el Príncipe Harry no tiene pensado volver a Inglaterra. En más de una ocasión ha asegurado que la falta de vigilancia y seguridad que Reino Unido le ofrece le hace inviable viajar. Tendría que pagarse su propio equipo de guardaespaldas y, en palabras de su entorno, la capacidad económica de los duques de Sussex no tiene como prioridad ese gasto.

En este caso, sería el propio Carlos III el que cubriese la distancia que les separa. Tal y como comenta el experto en Casa Real Tom Quinn, en una conversación con The Mirror, el Rey tiene como principal propósito convertirse en un «abuelo amigable», como lo es con los tres hijos del Príncipe Guillermo: George, Charlotte y Louis.

Quinn va más allá y asegura que está en plenas conversaciones con su hijo para que la visita se produzca lo antes posible, afirmando, además, que el monarca tiene un hueco en su agenda de actos públicos el próximo mes. Asimismo, la publicación asegura que «no hay forma» de que los niños visiten Reino Unido. «Es poco probable que Meghan Markle regrese a suelo británico».

Que Carlos III quiera viajar sería, además, un síntoma de que su camino hacia la recuperación de su enfermedad está cada vez más cerca. «El Rey se siente un poco mejor, meses después de su diagnóstico de cáncer, lo que significa que podría haber un enfrentamiento cara a cara para poner fin a las tensiones entre la familia», explican. «Esta disputa ha durado demasiado tiempo y Carlos está ansioso por resolverla, pero sabe que tiene que ser en el territorio de Harry y Meghan, especialmente si quiere ver a sus nietos».

Por su parte, el Príncipe Guillermo «no puede entender» el deseo de su padre de ver al Príncipe Harry y «por qué se arriesgaría de esta manera». La Reina Camilla también está en contra del viaje por razones de salud. «La gira por Australia en octubre va a ser demasiado para un hombre de su edad con cáncer, y más aún en un viaje transatlántico emocional para visitar a su distanciado hijo», concluyen.