Si Luis Miguel quiere que vaya, que me invite

Michelle Salas tiene dos millones de seguidores en Instagram y cuando el año pasado compartió, por primera vez en su vida, una foto con su padre, el cantante mejicano Luis Miguel, sus seguidores comprendieron que se había pasado de la tensión a la pipa de la paz. Luego se supo y se vio por redes sociales, que es como se ve ahora todo, que el cantante mejicano había interrumpido su exitosa gira musical, la misma que ahora le ha traído a España, para acudir a la boda de su hija mayor en La Toscana. No lo hizo solo, le acompañaba su novia, Paloma Cuevas.

Una vez, cuando padre e hija no tenían relación, le preguntaron a Michelle si asistiría a un concierto de su padre, ella respondió «si quiere que vaya, que me invite». Aquella joven que en su primera entrevista, siendo aún menor de edad, le pedía a su padre sólo cinco minutos para que le explicase las razones de su indiferencia «no le pido una vida, sólo quiero que me dé cinco minutos, que me diga qué pasó». Cinco, diez, una hora y todas las invitaciones que quiera con la vida por delante para recuperar lo perdido. Ahora también han incluido a Paloma Cuevas en la ecuación, ambas mujeres mantienen una relación cordial y se han reunido en Madrid.

Tanto es así que Michelle acudirá al Santiago Bernabéu para disfrutar del concierto de su padre. Sí, las dos mujeres de su vida en el mismo espacio madrileño. Él fue a su boda y ella acude ahora a su concierto. A Michelle le gusta España, tiene las raíces paternas aquí, su abuelo Luisito Rey era de Cádiz y aunque no se ha tratado con la familia, la edad, una prueba de ADN y las circunstancias han cambiado el curso de la indiferencia que llevaban.

Michelle estará el sábado cantando y bailando las canciones de su padre en la zona VIP del Santiago Bernabéu junto a su esposo, a su tío Alejandro Basteri, el hermano de Luis Miguel que siempre que puede le acompaña en la gira, Mariana Otero, que es la pareja de su tío Alejandro y por supuesto, Paloma Cuevas . Michelle ha llegado a Madrid directa desde Cerdeña, Italia, donde ha estado en las ruinas arqueológicas de Nora invitada a disfrutar del desfile de Dolce&Gabbana, los mismos que le diseñaron su traje de novia.