Tamara Falcó revela el nombre que elegiría si tuviera una hija

Tamara Falcó sigue brillando en su mejor momento. La marquesa de Griñón, conocida por su elegancia y carisma, está disfrutando de una etapa llena de éxitos tanto a nivel personal como profesional. Tras un verano de ensueño, en el que ella y su marido, Íñigo Onieva, recorrieron varias islas paradisíacas, el matrimonio ha vuelto a la rutina, pero con nuevos y emocionantes proyectos.

Íñigo ha retomado su papel como relaciones públicas en el prestigioso restaurante Casa Salesas, que acaba de reabrir sus puertas después de la pausa estival. Mientras tanto, Tamara regresa a su faceta más televisiva. Esta temporada será especialmente intensa para ella, ya que no solo mantiene su colaboración en el exitoso programa El Hormiguero, junto a Pablo Motos en Antena 3, sino que también ha fichado por Got Talent en Telecinco, un nuevo reto que promete sacarle lo mejor de su carisma y sentido del humor.

El esperado debut de Tamara como jurado en el famoso talent show Got Talent no ha dejado a nadie indiferente. La hija de Carlos Falcó, siempre encantadora y cercana, se estrenó la noche del sábado compartiendo momentos muy especiales con sus compañeros y, entre actuación y actuación, protagonizó una de las conversaciones más emotivas de la noche junto a Risto Mejide.

Durante una pausa entre las actuaciones, Tamara y Risto, conocido por su carácter serio pero siempre directo, se enfrascaron en una conversación que rápidamente captó la atención de los espectadores. El tema central: la maternidad. Fue Tamara quien, con su habitual naturalidad, abrió el debate al preguntarle a Risto sobre su segunda hija, fruto de su relación con Laura Escanes. «¿Cómo se llama tu hija?», preguntó curiosa la hija de Isabel Preysler. A lo que Risto respondió con orgullo: «Se llama Roma».

La explicación que siguió dejó a Tamara maravillada. Risto compartió el significado detrás del nombre: «Roma, para mí, es la ciudad del amor, y además es 'Amor' al revés». Esta revelación emocionó a Tamara, quien no pudo evitar expresar lo bonito que le parecía el nombre, especialmente tras conocer el profundo simbolismo detrás de él. Pero la charla no terminó ahí. Risto, siempre incisivo, le devolvió la pregunta: «Y tú, si tienes hijos, ¿cómo los llamarías?».

Tamara, tras un breve instante de reflexión, compartió una anécdota familiar muy especial: «Mi madre nos llamó a todas las niñas Isabel de alguna forma. Mi hermana mayor, Chábeli Iglesias, se llama Isabel, yo soy Tamara Isabel y mi hermana menor es Ana Isabel Boyer», explicó con una sonrisa. «Como no nos podía poner de primero su apellido, nos puso su nombre. Entonces, si tuviera una niña, me haría gracia llamarla Isabel», confesó la recién incorporada jurado de Got Talent.

El camino hacia la maternidad

La marquesa de Griñón y su esposo, han compartido su más íntimo anhelo: convertirse en padres. Tras meses de especulaciones sobre su futura maternidad, Tamara ha confirmado en una sincera entrevista para la revista Yo Dona que la pareja está deseando formar una familia, aunque también ha confesado que el proceso no ha sido sencillo.

La hermana de Julio Iglesias ha sido abierta sobre los desafíos a los que se enfrenta, revelando que se encuentra actualmente bajo un tratamiento de fertilidad. «Estamos deseando ser padres, pero igual no puede ser, lo asumo con mucha paz», afirmó, mostrando una actitud serena y positiva frente a las dificultades. A pesar de no haber logrado aún quedarse embarazada, está convencida de que el tiempo juega a su favor y, sobre todo, encuentra consuelo en su inquebrantable fe.

La fe ha sido un pilar fundamental en la vida de Tamara, y este momento no es la excepción. «Si Dios quiere, llegará, y si no, igualmente le doy las gracias por el tiempo que hemos tenido juntos», expresó, refiriéndose al apoyo incondicional de Íñigo en este proceso. Ambos viven esta etapa con unión y esperanza, entendiendo que cada etapa en su vida como matrimonio es valiosa.

En la entrevista, Tamara también habló sobre el consejo de una amiga cercana, quien le recordó que lo más importante es su relación con Íñigo: «No me centre tanto en ser madre como para descuidar a mi compañero», reflexionó, demostrando la madurez y tranquilidad con la que afronta esta etapa. En este sentido, tanto ella como el empresario están enfocados en disfrutar de su matrimonio, mientras siguen intentando formar la familia que tanto desean.

El camino que han elegido para lograrlo es la naprotecnología, un método natural que respeta los ciclos biológicos de la mujer y que busca favorecer el embarazo sin recurrir a la intervención médica convencional. Esta decisión fue tomada antes de su boda, celebrada en el majestuoso Palacio El Rincón el pasado 8 de julio, cuando ambos comenzaron a someterse a estudios de fertilidad. Desde entonces, el proceso ha sido parte de su vida en pareja, una etapa en la que Tamara ha contado con el inquebrantable apoyo de Íñigo.

Aunque la maternidad aún no ha llegado, Tamara sigue rodeada de amor y alegría, destacando lo importantes que son para ella sus sobrinos, a quienes describe como «su alegría». Para la marquesa, cada día es un paso más en su camino, y su actitud refleja una profunda aceptación de los planes que Dios tiene para ella, sea cual sea el desenlace.