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Edmundo González y Mercedes López, en una imagen de archivoInstagram

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Creyente y con ascendencia española: así es Mercedes González, mujer del líder opositor Edmundo González

Exiliado tras la victoria de Maduro en Venezuela, González inicia esta nueva etapa de su vida acompañado de su esposa

Edmundo González Urrutia, el principal contendiente opositor en la carrera presidencial venezolana, está dando un giro a su vida en España tras una llegada muy esperada. Este domingo, alrededor de las 16.00 hora de Madrid, él y su esposa, Mercedes López de González, aterrizaron en la capital española, donde fueron recibidos por una marea de simpatizantes que se agolpó a las afueras del recinto militar.

Entre vítores y aplausos, Edmundo sintió el caluroso respaldo de sus seguidores en su lucha contra el chavismo. Pero, más allá del fervor de sus admiradores, el verdadero secreto de su nueva etapa podría estar en su esposa. Mercedes, que podría haber sido la primera dama, se perfila como el pilar fundamental en esta aventura. La pregunta es, ¿qué papel jugará ella en este dramático cambio de vida?

En Instagram, Mercedes se describe con orgullo como la esposa de Edmundo, madre y abuela. Con más de 36 mil seguidores, sus publicaciones rebosan amor y apoyo. Entre mensajes inspiradores, destaca uno especialmente emotivo para su marido: «Deseo para ti la vida, el amor, la entrega, las enseñanzas y la paz que nos has brindado durante tantos años. Gracias por ser un esposo, padre, abuelo, amigo y profesional excepcional. Te amo hoy, mañana y siempre.»

Nacida en Caracas en 1949, y ahora con 75 años, Mercedes López es hija de un odontólogo venezolano y una madre vasca que emigró a Venezuela y se dedicó a la casa. Creció en una familia con cuatro hermanos, uno de ellos fallecido, y recibió una educación destacada en el Colegio Tarbes, donde desarrolló una fe profunda y un sólido compromiso con la caridad. En una entrevista con El Nacional, Mercedes recuerda su tiempo en la Universidad Central de Venezuela, donde estudió odontología, siguiendo los pasos de su padre, mientras Edmundo González Urrutia se enfocaba en los Estudios Internacionales.

Durante esa época, Edmundo se mudó al mismo edificio que ella. Con un ojo agudo para las oportunidades, la madre de Mercedes le sugirió que acompañara a Edmundo y a su hermana a la universidad, lo que llevó a un encuentro crucial. «Me llamó la atención lo que estudiaba y quedé impresionada, pero le aclaré que, si él llegaba a trabajar en el exterior, no podría seguir con mi carrera. Aceptó ese compromiso, y así empezó nuestra historia», recuerda con una sonrisa.

Mercedes López y Edmundo González Urrutia dieron el gran paso y se casaron a los 23 años, tras cinco años de romance, justo cuando él era tercer secretario en la Embajada de Venezuela en Bélgica. Imagina la escena: Mercedes, que hasta entonces solo había explorado las playas y los rincones de su país natal, dio su primer salto internacional, acompañando a Edmundo en una nueva etapa de su vida. Desde ese instante, su historia juntos ha sido una travesía de 51 años, marcada por mudanzas y aventuras en lugares como el Reino Unido, Argelia, Estados Unidos y Argentina.

La pareja ha creado una hermosa familia con dos hijas y cuatro nietos, quienes son su orgullo y alegría. En sus redes sociales, Edmundo a menudo expresa su gratitud por ser padre y abuelo, describiendo estos roles como algunas de las mayores bendiciones que la vida le ha ofrecido. «Ser padre es una de las bendiciones más grandes que Dios me ha dado. Con mi esposa Mercedes, tuve el privilegio de guiar los pasos de Mariana y Carolina, dos grandes profesionales de quienes estoy muy orgulloso, y ahora de cuatro nietos».

Mercedes, con una profunda fe católica y un espíritu de colaboración inquebrantable, ha sido una compañera constante en cada nuevo destino. Como ella misma cuenta, «Edmundo solía preguntarme: ‘Nos trasladaron a otro lugar, ¿qué opinas?’. Y yo siempre le respondía: ‘Si tú lo aceptas, yo voy contigo’. En el matrimonio, como dice el cura, es para siempre, en las buenas y en las malas. Aunque enfrentamos desafíos, nunca hemos dejado de apoyar uno al otro, y estoy feliz de haber tomado cada decisión junto a él».