Tribunales
El cineasta Carlos Vermut demanda a El País por acusarlo falsamente como agresor sexual
El director de cine ha encargado al despacho de abogados Novalex que inicie acciones legales por las acusaciones vertidas contra él, sin más respaldo que la versión de varias mujeres que no han formalizado denuncia alguna
Ocho meses después del escándalo, el director de cine Carlos Vermut ha decidido dar un paso al frente en relación con las noticias publicadas sobre él por el periódico El País, por difamación y calumnias. El cineasta fue señalado los pasados meses de enero y febrero por el diario en cuestión, como un presunto agresor sexual en base a los «supuestos testimonios de seis mujeres anónimas» a las que, siempre de acuerdo con la versión de lo publicado, Vermut «obligó a mantener relaciones sexuales no consentidas».
Unas acusaciones que, ahora, él mismo asegura «primero y, ante todo» que se alejan de la realidad. «Quiero dejar claro que todas las relaciones sexuales y prácticas en las que he participado a lo largo de mi vida han sido siempre consentidas. Nunca he obligado a nadie a hacer algo en contra de su voluntad ni he utilizado mi posición laboral de manera coercitiva», reza el comunicado de sus abogados al que ha tenido acceso El Debate.
Por todo ello, el director de cine anuncia que ejercitará «cuantas acciones judiciales puedan asistirle conforme a Derecho contra quienes han proferido y/o publicado tan graves difamaciones y calumnias«. Esto es, El País, su directora Pepa Bueno y los periodistas Gregorio Belinchón, Ana Marcos y Elena Reina, coautores de las informaciones; »así, como contra cualquier otra persona o entidad que reproduzca las mismas en el futuro".
«Siempre he procurado, en cada una de mis relaciones sexuales y sentimentales, construir un ambiente de complicidad y confianza. Por ello, lamento sinceramente si algunas personas no encontraron en mí la persona con la que compartir plenamente sus sentimientos. Quiero dejar claro que siempre he estado y seguiré estando disponible para escuchar y dialogar con cualquier persona que desee resolver cualquier problema de manera cercana y personal».
El director de cine reconoce, eso sí, que «actualmente, sigo atravesando un proceso de recuperación emocional y económica». De manera que tras lo ocurrido, ha «necesitado tiempo para asimilar la situación y encontrar la manera de explicármela a mí mismo antes de poder explicársela a los demás.». Un tiempo que, considera, «ha sido fundamental para abordar el asunto con la calma y serenidad necesarias, permitiéndome desarrollar una respuesta legal y mediática sólida frente a las gravísimas acusaciones publicadas por El País».
No en vano, «a pesar de la gravedad» de los supuestos hechos de los que se hizo eco el citado diario, «hasta la fecha no se ha formalizado ninguna denuncia ni se ha iniciado ninguna investigación en mi contra», recuerda Vermut.
Información anónima y parcial
Además, el cineasta asegura que en sus «declaraciones al medio» en cuestión, en el momento en el que estalló la polémica, «cuando los periodistas se pusieron en contacto conmigo, la información que me proporcionaron fue anónima, parcial y carente de contexto».
«A pesar de esto, publicaron mis respuestas insinuando que estaba al tanto de todos los detalles y que respondía a testimonios completos, lo cual es completamente falso. Durante nuestras conversaciones, que se extendieron por más de media hora y a las que accedí de buena fe, negué de manera rotunda las acusaciones en mi contra, manteniendo siempre una actitud respetuosa y sin mostrar la arrogancia con la que luego fui retratado», ha añadido en el comunicado de sus abogados.
Por ello, niega poder «ocultar la profunda decepción que me ha causado la actitud de Gregorio Belinchón, uno de los periodistas responsables del artículo. Lo consideraba una persona de confianza, alguien con quien creí que podría matizar mis palabras sin temor a que fueran manipuladas y sacadas de contexto para ofrecer al lector una imagen distorsionada de mí. Sin embargo, al leer el primer artículo, me di cuenta de que estaba equivocado».
«Entiendo y comparto la necesidad de cuestionar y erradicar comportamientos inaceptables, no solo en la industria del cine, sino en todos los ámbitos de la esfera pública y privada. Es evidente que las dinámicas han evolucionado, y es alentador que continúen transformándose para que podamos relacionarnos de una manera más sana», reflexiona el director de cine.
Sin embargo, «considero que este cambio no debe estar impulsado por el miedo a la cancelación o a ver carreras destruidas, sino que entiendo que debe surgir de un proceso honesto de reflexión y empatía».
Y, si bien asume «la posibilidad de tener que abandonar mi carrera si todas las puertas se cierran, pero si eso sucede, quiero hacerlo con la tranquilidad de haberme despedido con dignidad», concluye Vermut.