Los tres grandes amores de Jimmy Giménez-Arnau y su tormentosa relación con la familia Franco
Su matrimonio con Merry Martínez-Bordiú, la nieta favorita del caudillo, resultó un infierno y desencadenó una guerra por la custodia de su única hija
Mordaz, de verbo afilado y poco amigo de la corrección política, la crónica rosa pierde a una de sus estrellas más irreverentes, tras la muerte de Jimmy Giménez-Arnau, a los 81 años. Se echará en falta la contundencia con la que analizaba la actualidad, lejos de la impostura. Se sentaba en el plató de Sálvame y en media hora había puesto a todos en su sitio. Y no dejaba que nadie durmiese la siesta, porque siempre lo hacía con agudeza.
La noticia de su muerte la dio su mujer, la periodista Sandra Salgado, 37 años más joven que él. Sandra quiso que el programa Ni que fuéramos, continuación de Sálvame fuese el primero en contar la información. Le mandó un mensaje a Belén Esteban, quien compartía plató con Lydia Lozano, Kiko Hernández, Kiko Matamoros y María Patiño. Jimmy había ingresado hace díaz en el hospital, sin que nadie sospechara que fuera grave.
Con gran sentido del humor, el tertuliano y escritor había bromeado con que le hubiera encantado retransmitir su muerte en directo. Quizá esperaba lo que ha sucedido. Sus restos mortales reposan en el tanatorio de La Paz, de Alcobendas, en Madrid, y se han echado en falta muchos rostros conocidos. No a todos agradaba con sus salidas de tono e impertinencias.
La vida amorosa de Jimmy Giménez-Arnau está marcada por tres historias de amor. La primera fue un tormento y la última, un bálsamo. Su primer matrimonio con Merry Martínez-Bordiú, en plena Transición, resultaba difícil de encajar. Les presentó José Zorita, un amigo en común, en diciembre de 1976 y fue un flechazo de juventud, una historia pasional. La nieta favorita de Franco, a la que siempre llamó «la ferrolana», viviendo bajo el mismo techo que un periodista muy viajado y aventurero. Un escándalo para la época, que obligó a organizar la boda cuanto antes.
El 3 de agosto de 1977, se dieron el «sí, quiero» en el Pazo de Meirás. Él tenía 32 años y ella, restauradora de arte, solo 20. Vendieron la exclusiva de la boda a la revista ¡Hola! por un millón de pesetas. El propio Jimmy explicó, que tras la muerte de Franco, los regalos no serían tan generosos como lo habían sido con los otros nietos ya casados y la familia de ella tampoco iba a sufragar la celebración.
El 24 de enero de 1979 nació su única hija, Leticia, la primera bisnieta de Carmen Polo. Las discusiones del matrimonio eran constantes y en 1980 se separaron, cuando la pequeña tenía diez meses. Se enzarzaron en una guerra por la custodia de su hija, él la acusó de saltarse el régimen de visitas y ella le demandó por no pasar la pensión alimenticia. Ventilaron su lucha en las portadas de las revistas, hasta que Merry se cansó, huyó de los focos y se largó a EE.UU. Rehizo su vida con el empresario estadounidense Gregor Tamler, con el que vivió en Nueva York primero y en las Islas Vírgenes después. Jimmy solo pudo ejercer de padre hasta que la niña tuvo 12 años, luego Merry la apartó de él y bloqueó su relación para siempre.
En una entrevista con Bertín Osborne en En tu casa o en la mía Jimmy confesó: «Quise mucho a la niña esa. La estuve viendo hasta los 12 años, luego ya no más. Nos divertíamos muchísimo, pero no lo voy a forzar». Jimmy contó que Leticia, con 26 años, le dijo que no quería hablar con él para que no le riñese su madre. A sus 45 años, vive en Miami, y está casada con el empresario Marcos Sagrera. Y una de las cosas que peor le sentó al periodista fue que Leticia no acudiese a los funerales de sus abuelos paternos.
El escritor también habló claro de su exmujer. «Merry era una soberbia como todos los de su familia», contaba Jimmy en La vida jugada. Siempre decía que lo único de lo que se arrepentía en la vida era de haberse casado con ella. «Si no lo hacíamos, su abuela se moriría, ¿y cómo voy a cargar con esos remordimientos sobre mis espaldas?», comentaba con su lengua viperina. Carmen Polo le llegó a decir a Jimmy: «Me gustas porque eres bajito, como Paco».
También recuerda cómo hacía referencia a ellos la prensa de la época durante su breve noviazgo y matrimonio. «De Merry decían que era la nieta pirada del general y de eso no tiene un pelo. A mí me encasillaban como periodista progre y yo de progre solo tengo la bragueta, que es de zip», escribió en su libro de memorias Yo, Jimmy. Mi vida entre los Franco.
A los que más critica en su libro son Alfonso de Borbón, marido entonces de Carmen Martínez-Bordiú, al que describe como muy serio –«jamás le he visto reír»– y con un «se cree que todos somos su súbditos» y a Francis Franco. «Francis es bueno. Vengativo pero bueno. Soberbio pero bueno. Su educación es la que ha sido defectuosa. No es su culpa, intenta corregirse, pero son muchos años de poder absoluto a merced de sus caprichos». La inquina crece con su suegro, el marqués de Villaverde: «el whisky hace que sus manos tiemblen durante las operaciones».
Merry adoraba a su familia y su abuelo Franco. En su exhumación en 2019, en el Valle de los Caídos, junto a Bolaños y Dolores Delgado, exclamó: «Aquí estamos abuelo, con estos profanadores de tumbas».
Su segundo amor lo vivió con María Teresa Fernández-Peral, con quien se casó en 1987. Hicieron reportajes para la prensa rosa, parecían un matrimonio feliz, pero en 1993 se divorciaron. No tuvieron hijos.
La tercera mujer sería la definitiva. En 2007, la periodista Sandra Delgado le entrevistó por teléfono antes de participar en Tómbola y congeniaron. La química fue a más en los pasillos del plató. «La quería muchísimo y se liberó de esa amargura que vivió junto a la familia Franco. Sacó de él lo mejor», comenta una fuente cercana a El Debate.
Tuvieron un largo noviazgo hasta que se casaron por lo civil en 2013 en la Junta Municipal de Fuencarral-El Pardo en Madrid. La luna de miel la pasaron en Marrakech.
«El amor de mi vida es Sandra Salgado. Es la mujer que más me ha querido y la que más me ha querido en toda mi vida. La pena es que la he conocido hace cuatro años, porque si la hubiese conocido hace veinticinco seguiría con ella. Me emociono al verla. Es inteligente, práctica, sería, responsable. Todo lo que no soy yo. Yo también soy el amor de su vida; ella encontró en mí cosas que no tenía en su vida», confesaba en el plató de Sálvame Deluxe en 2011.
Sandra trabaja para la productora Buldog TV y según LinkedIn ha ejercido como ayudante de dirección en Supervivientes, Conexión Honduras y en Bailando con las estrellas, además de haber sido guionista en Reacción en cadena.