El motivo por el que el Príncipe Laurent de Bélgica desea renunciar a su nacionalidad para ser italiano

El Príncipe Laurent de Bélgica, hijo menor de Paola de Bélgica y hermano del Rey de Bélgica, ha estado alejándose progresivamente de la Casa Real belga, y ahora sus planes de desvinculación parecen más claros que nunca. A sus 60 años, Laurent ha expresado en varias ocasiones su deseo de distanciarse de las obligaciones que conlleva su rol dentro de la monarquía. En una entrevista reciente con el medio Sudinfo, el Príncipe ha revelado su intención de solicitar la doble nacionalidad, belga e italiana, y trasladarse a Italia, el país de origen de su madre.

Desde hace tiempo, Laurent ha manifestado su interés en comenzar una nueva vida fuera de Bélgica. Según sus declaraciones, le gustaría mudarse a ciudades como Roma o Milán, donde cree que él y su esposa, la Princesa Claire, podrán establecerse de manera definitiva. El hecho de tener ascendencia italiana por parte de su madre, ha llevado al Príncipe a confiar en que la obtención de la ciudadanía italiana será un proceso relativamente sencillo tanto para él como para su esposa. Esta nueva etapa también incluiría la posibilidad de ser más independiente, algo que el Príncipe ha estado buscando durante varios años.

Aunque su deseo es obtener la nacionalidad italiana, el príncipe ha dejado claro que no tiene intención de renunciar a la ciudadanía belga. Bélgica, desde 2008, permite a sus ciudadanos tener doble nacionalidad, lo que facilita los planes de Laurent. No obstante, su proyecto de vida apunta claramente hacia Italia, donde tiene una conexión especial debido a sus raíces maternas y a su conocimiento del país.

De hecho, es propietario de una villa en Panarea, una pequeña isla al norte de Sicilia, que ha visitado regularmente en los últimos años. En ese lugar, le gustaría organizar seminarios y eventos enfocados en el medio ambiente, un tema que le interesa desde hace tiempo. A pesar de este vínculo con la isla, ha dejado claro que su residencia principal estaría en una gran ciudad, como prefiere su esposa, la Princesa Claire.

En su charla con el citado medio, también ha afirmado que por primera vez siente el respaldo de los políticos belgas en sus proyectos. Esto le da confianza para seguir adelante con sus planes de mudanza y de desvincularse aún más de las tareas que le exige su posición dentro de la familia real. En la primavera de 2024, Laurent ya había adelantado algunos de estos pensamientos en una entrevista con el periódico Het Laatste Nieuws, donde confesó que su objetivo es lograr algo de lo que sus hijos puedan estar orgullosos antes de morir. También indicó que se estaba preparando para iniciar una «nueva vida».

El Príncipe ha sido una figura polémica dentro de la monarquía belga y ha protagonizado diversas controversias a lo largo de los años. Sin embargo, uno de sus deseos más claros ha sido el de separarse de las responsabilidades reales y la asignación económica que recibe por ello, para poder dedicarse a sus propios proyectos de forma libre y autónoma. Laurent considera que esta decisión le permitirá construir un legado personal, alejado de las presiones y compromisos de la Casa Real, centrado en lo que realmente le apasiona, como el medio ambiente, y asegurando un futuro del que sus hijos puedan sentirse orgullosos.