La despedida de Enrique Ponce en Madrid: entradas disponibles y el dilema de sus hijas

Enrique Ponce se despide de Madrid dos días antes de haber cumplido un aniversario redondo. Los 34 años de la confirmación de su alternativa un 30 de septiembre de 1990, con 18 años en la plaza de toros de Las Ventas (Madrid). La alternativa la había tomado meses antes durante las fallas en su tierra de manos de Joselito y en presencia de El Litri. También se ha quedado a pocas jornadas de la que podía haber sido una fecha más relevante, por el significado que tiene para la afición, la corrida de la Hispanidad, en la que ha sido tradición contar en el palco con la presencia del Rey o de miembros de su familia.

Escoger el primer día del cartel taurino de la Feria de Otoño es como si no buscase un reflector para despedirse, sino más bien una marcha sin estridencias y hasta algún aficionado diría que con humildad. Bastante ruido mediático ha motivado su vida personal, la ruptura con Paloma Cuevas, y su exhibición sentimental en las redes sociales con la joven almeriense estudiante de derecho, Ana Soria.

Ahora toca despedirse de su profesión, a la que él defiende como un antiguo arte, el de la tauromaquia y así lo dibujaba Pablo Picasso.

Para los entendidos, como la abogada mexicana Lizzet López González, que lo sigue desde sus comienzos, «su carrera es un hito sin comparación, ha resistido como ninguno el paso del tiempo. Hasta su reaparición este año, cuando le vi torear en Nimes, ahí fue la primera vez que dije; ya luce con arreglo a la edad, ya le cambió la figura, a pesar de mantenerse en forma y delgado, su rostro y sus posturas ya son los de un hombre mayor. Salvando las distancias con Curro Romero, que es la referencia de todo torero, con una trayectoria de 46 años».

La despedida de Madrid es importante pero la más sentida y especial será en su tierra, el 9 de octubre día de la Comunidad Valenciana.

En los tendidos madrileños se espera la presencia de la Infanta Elena y de su hija Victoria Federica, pero la alegría del torero sería que sus hijas Bianca y Paloma pudieran verle emocionarse en el ruedo, quizás no compartiendo tendido con su joven novia, Ana Soria, pero sí en el mismo coso.

A Paloma, la hija mayor del matrimonio que formaron Paloma Cuevas y Enrique Ponce, no se la ha visto aún en ninguna de las plazas de toros del tour de despedida del valenciano. Sin embargo, la pequeña, Bianca de doce años, sí acudió en junio al coso de Alicante. Allí su padre le tenía reservada una sorpresa, le brindó su último toro «Tirachinas» en la plaza alicantina y un mes después, en julio repitió visita pública a su padre, en el homenaje que recibió Enrique Ponce en Marbella. En ambos lugares estaban su hija pequeña, Bianca y su novia, Ana Soria.

Sobre el cartel escogido por Ponce hay que reconocerle su generosidad al compartirlo con los toreros, David Galván que ocupa el número quince del escalafón y de Samuel Navalón, que confirma alternativa, tal y como resalta la taurina, Lizzet López, «compartirlo con esos dos jóvenes toreros, honra a Ponce porque es un cartel que pasará a la historia y no ha exigido compartirlo con figuras de su misma talla».

El cartel que dedica la Feria de Otoño a la despedida de Enrique Ponce es un homenaje a un torero y representa el pasado, con la foto de la confirmación de su alternativa en Madrid y el presente, con la imagen de su última salida a hombros de Las Ventas en 2018.

Por cierto, a horas del comienzo de la corrida aún quedan entradas a la venta para el tendido de sombra bajo a 150 y 125 euros. Las más baratas de 30 y 40 euros volaron.