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El nuevo rumbo de Carla Goyanes tras la muerte de su hermana y su padre
Emprende un nuevo reto profesional que puede incluir una mudanza al otro lado del Atlántico
La familia Goyanes ha visto cómo los dos últimos meses se han convertido en los más difíciles de sus vidas. A comienzos de agosto fallecía Carlos Goyanes a los setenta y nueve años, y apenas diecinueve días más tarde moría su hija mayor, Caritina. La joven de 46 años falleció en su casa de Marbella a causa de un infarto, dejando huérfanos no solo a sus hijos, sino también a su madre Cari Lapique y su hermana Carla y su marido, Antonio Matos.
Todos ellos quisieron darle un último homenaje celebrando una misa funeral a la que han acudido parientes, amigos y muchas caras conocidas y en las que el viudo de ella ha leído una emotiva carta. «Has sido un huracán de alegría», «me has enseñado a amar» o «gracias porque te voy a querer y amar toda la vida», han sido algunas de las frases más especiales de la misma.
A la familia le espera un duro trance por delante que les ayude a superar las muertes. Quizás una de las formas más fáciles de sobrellevar la tristeza sea centrarse en el ámbito profesional. Al menos, eso debe pensar Carla Goyanes, que acaba de anunciar que se convertirá en la directora del MBA Fashion Management en la escuela ESDEN Business School en Miami. A partir de ahora, será la persona que coordine los contenidos de moda, marketing y comunicación de los alumnos.
«La vida sigue y hay que seguir cumpliendo con los compromisos profesionales por responsabilidad, pero también como terapia para avanzar. ¡Os espero a quienes os pueda interesar y si no compartidlo con quien lo pueda estar», explicó de forma emotiva en redes sociales! Además, recordó que Caritina le dio un consejo antes de morir: «Mi hermana decía que la vuelta al trabajo me iba a hacer llevar mejor lo de nuestro padre».
Se desconoce si la joven de 41 años decide también poner tierra de por medio y moviliza a toda su familia con ella. No sería la primera vez, de hecho, que lo hace. En 2011 se casó con el empresario Jorge Benguria, con el que se marchó de forma inmediata a vivir al otro lado del Atlántico, en Miami casualmente. Allí, fueron ampliando la familia, que ahora está compuesta de cinco miembros: a ellos dos se suman sus tres hijos, Carlos, Santi y Beltrán, por los que sienten devoción.
Los negocios de Benguria les trajeron de vuelta a España. Formada en el Liceo Francés y en Administración y Dirección de Empresas, decidió ponerse al frente de otro negocio que ahora triunfa por mérito propio: Agencia A Promociones Inmobiliaras SA, 'boutique inmobiliaria de lujo' de la que es la cara visible. «Estoy muy centrada en esto y muy al pie del cañón, somos tercera generación en llevarla, y la verdad es que me gusta», explicaba en su día.
Y mal no se le da porque solo en el último año ha registrado unos beneficios de 814.000 euros, que es casi el doble de lo facturado el año anterior, y su valor total está cifrado en 1,4 millones de euros.