La vida de Juan Urdangarin al cumplir 25 años: Londres, empleado del yerno de Aznar y corazón roto

A menudo se dice que el silencio es oro, y si alguien lo ha llevado al nivel aristocrático, ese es Juan Valentín Urdangarin. El primogénito de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin acaba de soplar las velas de sus 25 primaveras con la misma discreción con la que ha llevado su vida desde que aprendió a atarse los cordones de los zapatos. Mientras algunos de sus primos, como Victoria Federica y Felipe de Marichalar, han decidido bailar con la fama, Juan ha optado por lo contrario: el noble arte de estar en la sombra.

Pero claro, la discreción también se convierte en noticia. Últimamente se ha hablado mucho sobre un supuesto cambio de residencia de Juan. Se especuló incluso que había terminado una relación amorosa y que esta ruptura lo había impulsado a cambiar de rumbo. Pues bien, la revista Hola, ha tirado por tierra todo este culebrón.

No hay mudanza, no hay novia, no hay ruptura, y sobre todo, no hay año sabático. Así que lo único cierto es que Juan sigue siendo el ‘royal’ de la discreción. ¿Y qué nos queda de este intrigante relato? Pues probablemente lo mismo que al principio: un enigma con un apellido ilustre que, a diferencia de otros miembros de su familia, sigue fiel a su estilo low-profile.

Ni rupturas amorosas ni regreso a España

En el mundo de las noticias de última hora y los rumores sin fundamento, este verano tuvo una historia que no faltó en titulares: que Juan Urdangarin, el discreto hijo mayor de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, había roto con su novia y que podría estar a las puertas de regresar a España. Sin embargo, como suele suceder, las historias se inflan y terminan por ser más grandes que la realidad misma. Según ha podido confirmar Vanitatis, esta noticia, simple y llanamente, no tiene fundamento.

Para aclarar la situación, el medio contactó con fuentes cercanas a la familia, quienes se mostraron sorprendidas: «No entendemos de dónde ha salido este rumor, pero Juan sigue en Londres, centrado en su trabajo y con la misma vida de siempre». Según estas fuentes, no ha habido ni ruptura, ni regreso, ni grandes dramas. Juan Urdangarin trabaja en Extreme E, la empresa fundada por Alejandro Agag, yerno de José María Aznar, dedicada a la promoción del coche eléctrico. A pesar de que Juan visita España ocasionalmente para bodas o reuniones familiares, su residencia sigue siendo la capital británica.

Es cierto que el joven ha aprovechado sus escasas vacaciones para pasar unos días en Madrid o en Bidart con su madre, pero poco más. Incluso cuando llegó a Madrid el 31 de agosto, lo hizo corriendo tras terminar su jornada laboral en Londres, solo para asistir a la boda de Victoria López-Quesada. Tras la celebración familiar en Zarzuela, el domingo por la tarde, volvió al aeropuerto y a su apartamento londinense.

De hecho, muchos podrían sorprenderse al saber que Juan Urdangarin, aunque es reservado en su vida privada, vive solo en Londres y, que sepamos, no ha compartido techo con una novia. Al principio, convivió con un compañero de piso que acabó siendo un buen amigo, pero nunca ha habido indicios de una relación amorosa que justifique los rumores de su corazón roto. Y, aunque en una Familia Real no se descartan sorpresas, parece que Juan no ha dado motivos para tanta especulación.

Así que, si alguien esperaba un drama digno de telenovela, lo sentimos, pero aquí no hay más que un joven que disfruta de su trabajo, sale con sus amigos londinenses y lleva una vida como cualquier otro profesional. Eso sí, con la peculiaridad de que, cuando se le menciona, los rumores no tardan en surgir. En conclusión: el único desengaño aquí ha sido el de quienes esperaban una primicia.

Vida tranquila y sin dramas en Londres

Graduado en 2017 en la prestigiosa Ecolint de Ginebra, tras tomarse un año sabático dedicado a la cooperación, se matriculó en la Universidad de Essex para estudiar Relaciones Internacionales y Comercio. Desde entonces, ha vivido en varios lugares, pero la capital británica es ahora su hogar definitivo. Pese a la discreción que le caracteriza, los medios lo han situado aquí y allá. En 2020, por ejemplo, se le ubicó en Madrid, cuando en realidad solo pasó unos meses cerca de su padre, entonces en la cárcel de Brieva. Pero lejos de los rumores y las historias exageradas, la vida de Juan en Londres sigue su curso sin grandes dramas, centrado en su trabajo y manteniendo su naturaleza reservada.